Espíritus telúricos en Atapuerca

 

Permitidme que os transcriba la experiencia que sufrió no hace mucho mi amigo Juan Luis Arsuaga, de las excavaciones de Atapuerca. Fue algo espeluznante. Leed, leed, no tiene desperdicio

«Me hallaba en mi cama,intentando recuperarme de una dura jornada en la Sierra de Atapuerca. Ya comenzaba a dejar atrás el umbral de la conciencia, cuando escuché una voz ultrasónica �semejante a la de Darth Vader, de la Guerra de las Galaxias� que sacudió mi ánimo e hizo descender súbitamente mi temperatura corporal. El pánico agarrotó mis músculos. No podía moverme.

� ¡Ioooooonnn…!

� M… me llamo Juan Luis. ¿Qui… quién eres…?

� ¡Ioooooonnn…!

� ¿Qui… quién eres, joder…?

� Somos tus ancestros y ancestraaaaasss…

� ¿Có… cómo…?

� Calla y escucha, Iooooonnn…. Mañana, cuando vuelvas a las excavaciones, en la Sima de los Huesos descubrirás un dibujo muy importanteeeee…

� ¿Qu… qué cl..clase de dibujo?

� Un marrano beltzaaaaa…

� ¿Un jabalí?

� Un arrano beltzaaaa, imbécil… Nooo, no te digo a tííí, Ioooon… Quería decir un arrano beltzaaaa… Cuando veas el dibujo en el suelo, excava. Debajo de ese dibujo encontrarás el eslabón perdidooooo…

� ¿ Qu… qué eslabón…?

� ¡Pues el perdido, hostias! Ejem… Tú excava donde veas el dibujo, y ya te darás cuentaaaa… ¡click!

Tras este contacto supraterrenal, no pude pegar ojo en toda la noche. Al día siguiente acudí a la Sima de los Huesos. En un rincón, la tierra había sido removida y alguien había dibujado en la superficie una especie de pajarraco.

Fotografié el dibujo, aparté la arena y descubrí el siguiente �ajuar�:
� Un cráneo de homo-sapiens.
� Una especie de medallón de piedra con una inscripción: �Rh-�.
� Una plancha de piedra de forma circular, de unos 25 cm de diámetro, con un trocito de rama insertado en un agujerito central. También tenía una inscripción: �Txapela-harria�.
� Una plancha de piedra sin forma forma aparente, con una inscripción en euskera (yo diría que de Bermeo) que rezaba: �Aquí estuvimos nosotros hace 8000 años o más.�

Aquella misma noche, aún sin haber digerido el extraño desubrimiento realizado �fortuitamente�,volví a escuchar la voz ultrasónica.

� ¡Ioooooonnn…! ¿Qué te ha parecido lo que has vistooooo…?

� No entiendo nada… ¿Quién ha enterrado esas cosas en las excavaciones?

� ¡Pero qué ostias dices! Ejem… Noooo, Ion. Esas cosas llevan ahí enterradas desde la noche de los tiempos. Está demostrrrado que nuestros dominios se extendían hasta más allá de Burgos. Ahora nosotros, tus ancestros y ancestras, te encomendamos la misión ilusionante de difundir la buena nueva. Los derechos históricos de nuestro pueblo tienen un nuevo fundamento científico.

� ¡Cagüendiós! Pero si no fumo petas desde hace lo menos quince años… Esto es de contar y no creer.

� No traisiones tu estirpe, Ion, pues el día de mañana no sabes a quién tendrás que pedir subvenciones.

� ¡Jodo!»

Christopher, 18/1/2004