LUIS VENTOSO, ABC – 13/03/15
· Si apoyas que se encarcele a la oposición, ¿quién eres?.
Portes santurrones, casi mesiánicos. El profeta doliente de las mangas recogidas sacrificándose para salvarnos de nosotros mismos. Aire profesoral y complutense, despotismo ilustrado para instruir a la pobre «gente», a la que la casta torea. Grandes lecciones morales al putrefacto modelo democrático, aprobado libremente por los españoles. Anuncios de un tiempo nuevo, donde el aire limpio de la regeneración hará que las calles de España (si es que se sigue llamando así) huelan a fresca lavanda igualitaria.
Pero ayer cayó la última careta, el dique final de la impostura. Una lástima que todo el tinglado que tanto fascina a «The New York Times» fuese más tramposo que una carabina de feria ( NYT, la gran biblia que rescató a España varias veces, la expulsó del euro en un plazo de dos meses –el gran Krugman– y retrató a sus ciudadanos como una masa carcomida por la hambruna, que se alimentaba en contenedores de basura).
El Parlamento Europeo sometió ayer a votación una declaración en la que recuerda lo siguiente al régimen represivo de Venezuela: «Un estado democrático no debe criminalizar a los líderes de la oposición y debe garantizar la participación de todos los sectores en la vida política del país y la protección de los Derechos Humanos». A estas alturas de la civilización occidental, apoyar tales principios resulta ineludible. Cualquier persona o político normal suscribe un texto así sin leerlo dos veces. Tampoco parece ninguna aberración reclamar el «fin de la represión» y una asistencia sanitaria adecuada a los presos políticos. Leopoldo López lleva ya un año en una celda. El alcalde de Caracas acaba de ser detenido en su despacho entre empellones cuarteleros, sin cargo alguno en su contra. Un niño de catorce años ha sido asesinato a tiros en una manifestación opositora. Lo mató un policía mientras imploraba por su vida. Los estudiantes son torturados en neveras. El país bate récords de asesinatos, hiperinflación y desabastecimiento. No parece que quepan dudas.
La declaración fue apoyada por 384 eurodiputados. Solo 75 votaron en contra. Me temo que los raros son los 75. Y más cuando se aclara que entre ellos figuran los representantes de Bildu (el envoltorio homologable de ETA), de IU (el Partido Comunista) y de Podemos, una excrecencia marxista, aunque con mejor tele-marketing, un líder inteligente y buen orador y el apoyo inexplicable de dos televisiones de capital conservador (amén del problema de un partido de Gobierno que con todo a favor no acaba de animarse a hacer política).
¿Por qué votan los profesores de Podemos en contra de que se reclame a Maduro respeto a las libertades? Por dos motivos: porque simpatizan con la toma del poder para imponer un teórico proyecto igualitario –el rancio y siempre fallido comunismo– y, sobre todo, porque nadie muerde la mano que le paga.
Si te parece bien que se encarcele a la oposición, ¿quién carajo eres? Pues de entrada, tal vez un desalmado. En España puede haber razones lícitas para el enojo (4,5 millones de parados), pero ninguna para perder el sentido y apoyar a quienes adulan a un régimen criminal y cobran de él.
LUIS VENTOSO, ABC – 13/03/15