Irene Hernández Lozano – El Mundo
· JOAQUÍN LEGUINA. Cantabria, 1941. Primer presidente de la Comunidad de Madrid. Socialista, «pero no borrego ni facha», asegura que el PSOE es responsable de haber sido consentidor con los nacionalistas y que la medicina necesaria es «más Europ
Pregunta.– Habría querido ser y no ha sido…
Respuesta.– Ingeniero de telecomunicaciones, embajador en la Santa Sede, científico…
P.– Pongamos que el Gobierno catalán proclama unilateralmente la independencia. Joaquín Leguina se levanta y…
R.– …Y no hago nada. ¿Qué voy a hacer? No tengo poder. Pero si fuera juez, a toda esa gente la metería directamente en prisión y luego la juzgaría por rebelión. Esta batalla no la puede perder el Estado. Si la pierde, se acaba la democracia en España.
P.– Año 2025: dígame cómo ve a España.
R.– Veo que la UE se ha consolidado, las soberanías nacionales ya no existen y toda esta historia de pueblerinos se ha acabado. En 2025 toda la zona alta de Gerona, cuna de carlistas, separatistas y todos los istas del mundo, de todos los reaccionarios del planeta, está despoblada, como se merece. La pena es que no lo esté ahora. Cataluña tendría que ser sólo Barcelona y su zona metropolitana, que no son separatistas.
P.– ¿Qué medicina receta usted?
R.– Esto se resuelve con más Europa. Este mal nace en el siglo XIX y, como casi todo lo malo, viene de Alemania, del romanticismo alemán, y se extiende como la peste. Los nacionalismos son una plaga que ha producido más muertes en Europa que las bombas americanas contra Japón. Y toda esta pandilla que estamos aguantando ahora en España padece el mismo dichoso virus del nacionalismo.
P.– ¿Su partido tiene alguna responsabilidad?
R.– El PSOE tiene la responsabilidad de haber sido consentidor con los nacionalistas. Felipe González fue consentidor y Zapatero fue aún más allá, creó un problema donde no lo había con el puñetero Estatuto. Pero tampoco el PP deja de tener responsabilidad. La responsabilidad empieza con Adolfo Suárez, sigue con Felipe González y continúa con Aznar, quien aceptó la ley de Pujol que echa al castellano de Cataluña: no sólo no la recurrió ante el Constitucional sino que no permitió al Defensor del Pueblo, que tenía preparado el recurso, presentarlo. Todos los gobiernos han sido consentidores con el nacionalismo catalán.
P.– Hay quien dice que se ha vuelto facha…
R.– Esos son idiotas. No soy un facha, pero no soy un borrego, tengo mi propia personalidad. Siempre he sido un socialdemócrata y no he cambiado. Ni pienso hacerlo.
P.– Obama se declaró feminista poco antes de abandonar la Casa Blanca, ¿usted?
R.– Soy feminista, pero de la antigua escuela. Las compañeras de mi época luchaban por la igualdad y yo con ellas. Pero no me gusta el feminismo radical de ahora, que odia al varón y ha invadido a buena parte de la izquierda.
P.– ¿Se siente odiado por ser hombre?
R.– Sí, en ocasiones. Porque digo lo que me sale de las narices y eso no lo permite el feminismo radical, un movimiento que, como el de lo políticamente correcto, es censor.
P.– ¿Duerme del tirón?
R.– Normalmente sí.
P.– ¿Y qué sueña?
R.– Hace muchísimo que no sueño.
P.– ¿Cuál es el peor pecado que ha cometido?
R.– Pecados de cintura para abajo hace tiempo que no cometo. De los otros supongo que sí, pero son los demás quienes tienen que decirlo. Uno tiende a pensar que lo hace bien.
P.– Borges decía que el peor pecado que había cometido había sido no ser feliz…
R.– La felicidad son instantes. Me siento un poco como Abderramán III, quien se pasó la vida contando sus momentos de felicidad; contó que había sido feliz 15 días. Yo no llevo la contabilidad, pero la felicidad son ratos.
LA ÚLTIMA PREGUNTA
¿SE CONSTRUIRÁ EL NUEVO PSOE SOBRE PEDRO?
No. Pedro Sánchez es una veleta, se mueve según hacia donde sopla el viento. Está obsesionado con que España tiene un solo enemigo, que es Mariano Rajoy, y eso no es verdad. Ojalá el único problema de España fuera el presidente del Gobierno.