Estado del arte

SANTIAGO GONZALEZ 31/01/13

Laura Mintegi
EL MUNDO

 

Y la gente, que como dice la madre de un amigo mío “es mala y envidiosa”, tomando por categoría lo que no eran más que datos anecdóticos. Sin embargo, en la manifestación del pasado día 12 no se oyó ni una sola reivindicación de verdad, memoria, dignidad o justicia para las víctimas del terrorismo, ni una sola condena de uno solo de los 858 asesinatos de ETA. Preguntada ‘in situ’, esta tía no dijo nada que permitiera pensar tal cosa. Más bien abundó en la idea de que aquella manifestación era por los terroristas presos:

“La situación de los presos es clave para la construcción del país y de la normalización” (Laura Mintegi, El Correo, 13/1/2013)

Se va uno a la hemeroteca y busca los titulares del periódico de la izquierda abertzale, el Gara, correspondiente  al 13 de enero pasado. Son los siguientes:

115.000 personas se mojan por los presos y desbordan Bilbo
Historias con nombre propio que retratan la política penitenciaria
Representantes de aquí y allá abogan por los derechos de presas y presos
Jon Markel Ormazabal y Liher Rodríguez, dos presos menos

La cuestión es que hace falta mucho cinismo para decir eso, alguien que jamás ha mostrado una actitud condenatoria por el asesinato de ninguna víctima de ETA después de 858 ocasiones.

Son malos momentos para las víctimas. Casi lo peor que tienen que sufrir después de la pérdida de sus familiares es la comprensión de los asesinos y sus cómplices. No se arrepienten, pero les comprenden. El pasado 25 de enero, el diario ‘Gara’ daba cuenta de un festival artístico que se puso en marcha en Rentería por la reconciliación. Rentería es un pueblo que tuvo muchos años alcaldes socialistas y ahora lo tiene de Bildu. Así lo contaba Gara:

“…hubo una foto que también decía mucho: la del primer edil de Bildu saludando con un beso a la viuda de José Luis Caso, concejal del PP muerto a manos de ETA en 1997. En la sala había también expresos, familiares, torturados… Y sobre todo estaban juntos los cinco grupos municipales de la localidad, respaldados por algunos dirigentes de mayor rango como Iñigo Manrique (PP), el exalcalde Miguel Buen (PSE)… Los cinco han logrado consensuar una iniciativa en positivo que, como admitió Mendoza, habría sido imposible no ya hace años, sino incluso hace unos pocos meses.

La han denominado Eraikiz. Se trata de un breve ciclo de cine y teatro, apenas cuatro sesiones pero con un objetivo de largo alcance y que va mucho más allá de las proyecciones: impulsar una reflexión personal y colectiva para avanzar hacia la reconciliación, la resolución, la paz.

Ante un auditorio lleno y en un silencio absoluto, el alcalde de Bildu planteó que también es capaz de entender que quienes desde ese otro lado han sufrido tanto sean reticentes a solucionar cuestiones pendientes como la de los presos, pero les hizo ver que la reconciliación requiere «bases sólidas» y que eso pasa por un respeto absoluto a los derechos humanos. Y, por tanto, por excarcelar a los presos enfermos, a los sometidos a condenas alargadas ilegalmente, por acabar con la dispersión…

Su discurso fue aplaudido esta vez por toda la sala, sin excepción. Luego un concejal de cada grupo (Bildu, PSE, PNV, PP y Ezker Anitza) depositó un ramo de flores ante velas situadas junto a retazos del “Guernica”, símbolo de la violencia y el dolor del país. Los jóvenes de la coral de Orereta lo habían descubierto tras otra intervención cargada de simbolismo: la pulsión de los corazones, las personas, el futuro a construir.

La pantalla bajó, las luces se apagaron y se dio paso ya a esa reflexión a la que invitan todos los grupos de Errenteria conjuntamente. Ayer se proyectó:

“Memorias de un conspirador”, la cinta de Angel Amigo sobre Jesús Eguiguren (PSE), ambos presentes en el coloquio posterior.Mañana le toca a “Barrura begiratzeko leihoak”, la película con cinco historias de otros tantos presos vascos. El 31 de enero se representará “A fuego lento”, la obra sobre el proceso de negociación 2005-2007. Y el 2 de febrero, “Hablan los ojos”, el documental de Gorka Espiau sobre las víctimas, con Rosa Rodero y Joxean Agirre en la mesa redonda a continuación.

 Rosa Rodero es la viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea. Joxean Agirre es un terrorista condenado a más de 85 años de cárcel en 1986 por varios atentados perpetrados cuando formaba parte del ‘comando Oker’, junto a Idoia López Riaño, ‘La Tigresa’. En 1998, se le incautó una carta en la que aseguraba:

«Nuestros jueces, policías y carceleros no sólo no han logrado doblegarme con el paso del tiempo, sino que están alimentando y manteniendo en conserva a alguien comprometido a perseguirlos ‘per secula seculorum’, a darles candela hasta que pasen a mejor vida».

En 2006 y 2008 seguía en la misma actitud como pueden ver aquí.

SANTIAGO GONZALEZ 31/01/13