Entrevista a ESTEBAN BELTRÁN, Director de la sección española de Amnistía Internacional, EL CORREO 11/05/2013
· El pacifista madrileño estima que todas las víctimas, sean del terrorismo o de abusos policiales, tienen derecho a conocer la verdad.
Esteban Beltrán (Madrid, 1961) es un hombre tranquilo. Su aspecto le delata. Pero, sin que en ningún momento eleve su tono de voz, de su boca salen denuncias contundentes sobre el estado de los derechos humanos en España. Durante estos días ha visitado Euskadi para presentar al lehendakari, Iñigo Urkullu, la Agenda de Derechos Humanos de Euskadi y para dejar claro que «el alivio» que supone que ETA haya abandonado su actividad armada no puede derivar en la impunidad de más de trescientos crímenes de la banda que quedan por esclarecer.
– ¿En España los derechos humanos corren peligro?
– En España sí hay violación de derechos humanos, de todo tipo. Durante mucho tiempo hubo abusos gravísimos cometidos por ETA y ochocientas personas han muerto asesinadas en cuarenta años. Ahora no tener que mirar debajo del coche o a tu espalda supone un ‘alivio’ y la foto fija de las violaciones tienen más que ver con la discriminación, el racismo y la xenofobia.
– ¿La impunidad de más de trescientos crímenes cometidos por ETA constituye una violación de derechos humanos?
– Uno de los elementos de la hoja de ruta que hemos presentado al lehendakari es que no debe haber espacio para la impunidad en los crímenes de ETA. Para construir la verdad, la reparación, tienes que garantizarlo. Es verdad, hay más de trescientos casos de los años ochenta que no han sido aclarados y que han quedado impunes. Eso impide el derecho de las víctimas a conocer la verdad. Lo mismo ocurre en las violaciones cometidas con las Fuerzas de Seguridad del Estado. Debe haber el mismo criterio, coherente y relacionado con normas internacionales de justicia y reparación.
– ¿La ponencia de paz del Parlamento vasco ayudará a acabar con ese espacio de impunidad?
– Cualquier estrategia de paz y convivencia debe estar firmemente basada en los derechos humanos. Hay que tener mucho cuidado con los atajos, con llegar a compromisos al margen de las normas internacionales, porque eso deja a las víctimas en estado de indefensión. Los derechos humanos no son moneda de cambio cuando nos interese más o menos, cuando los perpetrados sean unos u otros.
– Un reciente informe de la Comisión Europea denuncia malos tratos a presos de ETA. ¿Existen motivos?
– Sí, hay casos de tortura y malos tratos, sobre todo a personas detenidas bajo el régimen de incomunicación. Aún sorprende que alguien pueda negarlo, cuando toda la comunidad internacional lo ha documentado. No es sistemática, pero son mucho más que casos aislados.
– ¿La tortura ha estado socialmente aceptada en algunos casos?
– Nunca ha ocurrido en ninguna parte del mundo. Cuando uno es torturado o maltratado dice todo lo que se quiere que diga y eso no solo es inmoral o ilegal, sino que dificulta la actuación policial. El problema es que todos los gobiernos han mandado mensajes muy débiles y a veces condescendientes con la tortura. Cuando un ministro del Interior afirma que cree a la Guardia Civil sin haber investigado nada, está incumpliendo su obligación. Nadie dice que no hay casos de denuncias falsas, pero tan auténtico es eso como que ha habido casos reales de tortura.
Régimen de incomunicación
– ¿Ocurre igual en Europa?
– El régimen de incomunicación más duro y prácticamente único está aquí.
– Los familiares de los presos de ETA sostienen que se incumple la legislación penitenciaria.
– Los presos no tienen derecho a estar agrupados, pero también es importante que, según Naciones Unidas, pueden pedir individualmente ser confinados cerca de su lugar de origen. Y no debe haber discriminaciones. El Estado tiene que ver cada caso, porque si no se están violando los principios.
– Amnistía Internacional recomienda algunos cambios legales. ¿Incluye a la ley de partidos?
– La ley de partidos tiene una ambigüedad enorme, que hace que existan artículos que indican que las formaciones que reclaman la independencia de forma pacífica, siempre que compartan los fines con un grupo armado, puedan ser ilegalizadas. Y eso es algo riesgoso. Nosotros no pedimos que sea derogada, pero sí reformada. No decimos que el Estado no tenga la capacidad de ilegalizar partidos, pero sí que lo haga con todas las garantías.
– ¿Y la ‘doctrina Parot’?
– Ahí Amnistía Internacional no se va a meter. El cumplimiento de la pena, siempre que no exista una cadena perpetua no revisable o pena de muerte, no es algo que sea nuestro ámbito de trabajo porque es un elemento discutible. Para nosotros el elemento fundamental es que no haya impunidad. Que haya veredicto claro de inocencia o culpabilidad.
– ¿La Ertzaintza está en el punto de mira por el ‘caso Cabacas’?
– Las deficiencias estructurales en cuanto a derechos humanos llegan a cualquier Cuerpo. Ahora, su principal reto es sobre el uso excesivo de la fuerza en manifestaciones. El Gobierno vasco está dispuesto a crear un protocolo de actuación. También debe haber una investigación del ‘caso Cabacas’. No se puede decir que el juez ya está actuando y lavarse las manos. No, no, no. Tu responsabilidad como Gobierno es investigar y colaborar con la Justicia.
Entrevista a ESTEBAN BELTRÁN, Director de la sección española de Amnistía Internacional, EL CORREO 11/05/2013