ABC 08/10/13
· Preocupación en el Gobierno ante una sentencia que liberaría a asesinos y violadores.
Tras un tenso debate que ha dividido a los magistrados hasta el último momento, el Tribunal de Estrasburgo se inclina por tumbar, en una sentencia inminente, la «doctrina Parot» en el caso de la etarra Inés del Río Prada, condenada a 3.828 años de cárcel por 24 asesinatos. La liquidación de este instrumento legal, avalado por los tribunales españoles, crearía graves problemas en la lucha contra los delitos más graves, ya que permitirá la excarcelación de cerca de un centenar de terroristas, asesinos y violadores en serie.
Pese a la brillante exposición de la Abogacía del Estado en la defensa del recurso, España juega con desventaja porque al fin y al cabo el Tribunal decide ahora sobre una sentencia dictada en primera instancia también por Estrasburgo, y que entonces ya fue favorable a Inés del Río. El Gobierno prefiere ponerse en el peor de los escenarios y no oculta su preocupación. Pese a que algunos dirigentes políticos han defendido la liquidación de la «doctrina Parot» porque ETA ya no asesina, desde el Ejecutivo se advierte de que su desaparición va a traer problemas no sólo en la estrategia antiterrorista, sino también en la lucha contra los delitos más graves.
Entre los beneficiarios se encontraría, por ejemplo, Juan Manuel Valentín Tejero, que secuestró, violó y asesinó a la niña de 9 años Olga Sangrador, precisamente cuando disfrutaba de un permiso penitenciario. Figuran, además, Pedro Gallego, «el violador del ascensor» (18 violaciones y dos asesinatos); Manuel García, uno de los dos «violadores del portal»; Félix Vidal, «el violador del estilete»; Miguel Ricart, asesino de las tres niñas de Alcasser; José Antonio Seco, que mató a tres personas; o Joaquín Villalón, un asesino en serie que acabó con la vida de su mujer y posteriormente de dos transexuales cuando se encontraba en régimen abierto. El riesgo de reincidencia si la liquidación de la «doctrina Parot» les deja en libertad es serio.
Sucesión de homenajes
Si se confirma que Estrasburgo va a tumbar este instrumento legal, también habrá consecuencias negativas en la lucha contra el terrorismo en un escenario en el que ETA ha anunciado el cese de su actividad criminal, pero no ha desaparecido ni ha entregado las armas. Con Sortu y Bildu envalentonados, la sucesión de «ongis etorris» y homenajes en sus localidades natales a etarras que suman decenas de asesinatos y miles de años de condena, supondría una vuelta de tuerca en la escalada de provocaciones al Estado de Derecho, y de ofensa a las víctimas. Es el caso de Juan Carlos Arruti, «Paterra»; Ignacio Erro; Isidro Garalde, «Mamarru»; Juan Lorenzo Lasa, «Txikierdi»; Juan José Legorburu; José Antonio López, «Kubati»; Henry Parot; los hermanos Antonio y Domingo Troitiño; Jesús María Zabarte, «Karnizero de Mondragón»; José Félix Zabarte o Juan José Zubieta.
La liquidación de la «doctrina Parot», un objetivo que ETA se ha planteado como prioritario en los últimos años, constituirá además una inyección de moral para sus presos. Precisamente en un momento en el que entre los reos cunden el desánimo y las discrepancias con quienes «pisan moqueta», en alusión a Bildu y Amaiur, lo que podría haber desembocado en deserciones que ahora Estrasburgo parará si se confirma su decisión.
Además de violadores, asesinos en serie y etarras, entre los beneficiarios figurarían 7 miembros de los Grapo, dos del Ejército Guerrillero del Pueblo Gallego y dos mercenarios de los GAL.
ABC 08/10/13