Juan Carlos Viloria-El Correo
La noche del 28-M, el que fuera todopoderoso gurú de Pedro Sánchez profesional de la comunicación y la estrategia electoral, Iván Redondo, se sentaba en una mesa de tertulianos en Antena 3 como uno más. En su antiguo despacho de la Moncloa el presidente estaba rodeado de un equipo formado por Oscar López, Antonio Hernando, Francesc Vallés, Felíx Bolaños, todos socialistas de carnet, pero no expertos en la ciencia de la comunicación. Iván Redondo sostenía que Pedro Sánchez ( y su equipo) se habían equivocado gravemente en el diseño de campaña. El experto donostiarra criticaba que Sánchez, con su omnipresencia mediática y su planteamiento plebiscitario sobre su persona, había opacado la gestión local y autonómica de buenos gestores socialistas convirtiéndoles en comparsas de su egocentrismo.
La debacle del PSOE le dio la razón al final de la jornada. De madrugada, Miguel Ángel Rodríguez (MAR), el estratega jefe de la imagen y la comunicación de Isabel Díaz Ayuso se hacía una foto en mangas de camisa en su despacho de la Comunidad de Madrid y la colgaba en las redes presumiendo de la mayoría absoluta de su jefa. El contraste es brutal y evidencia, a parte de otras consideraciones, la trascendencia en la pugna política de rodearse de buenos profesionales de la comunicación institucional.
La propaganda y la comunicación van a ser claves para el desenlace de las históricas elecciones del 23-J. Profesionales o burócratas de partido serán piezas clave para marcar la estrategia día a dia, elaborar los argumentarios de los candidatos, coordinar cientos de electos haciendo cada día declaraciones , mitines, debates. Y tener listo el perfil y el relato con que bombardear a la opinión pública. Es fundamental tener bien tomada la temperatura de la calle. Que no le pase a Sánchez como después de la apabullante derrota en Andalucía, cuando aseguró que no había cambio de ciclo.
Ahora parece que han interiorizado que precisamente hay que parar la ola azul que trae el cambio. Los primeros movimientos en el lado socialista indican que en lugar de apostar por las promesas y la gestión, como el 28-M, van al blanco y negro; al cuerpo a cuerpo, a la polarización despiadada. Un vídeo ya difundido por Ferraz rescata imágenes del hundimiento del Prestige, el accidente del Yak 42, Bárcenas, etcetéra. En veinticuatro horas, algún creativo ha ordenado intentar neutralizar la «ola azul» de la victoria del PP por: «la ola reaccionaria de la extrema derecha». Para con Bildu hay un diseño ambivalente. Un cierto despegue en Navarra, al tiempo que, se insiste en que es una fuerza legal y democrática. Feijóo sigue con su slogan de derogar el «sanchismo» que le ha dado buenos resultados, mientras alarga ‘sine die’ sus acuerdos de gobiernos con Vox.