- El fenómeno de la desbandada es muy anterior a la prometida financiación singular catalana
Leo en un medio digital que Hacienda veta la salida de funcionarios de Cataluña para evitar una desbandada por el cupo catalán. Al parecer se trata de restringir la movilidad y de destinar las próximas promociones de modo preferente a Cataluña para atemperar la huida y facilitar que engrosen la Hacienda Catalana con necesidades crecientes si ha de tener su propia Agencia Tributaria. Pero el fenómeno de la desbandada es muy anterior a la prometida financiación singular, que acaban de analizar con tino dos figuras de la talla del profesor Jesús Fernández Villaverde y Francisco de la Torre, número 1 de los inspectores de Hacienda, en el libro que le dedican con el título de La factura del cupo catalán. Privilegios territoriales frente a ciudadanía editado por “la esfera de los libros”.
Porque, además, la desbandada afecta desde hace años a los funcionarios de todos los campos. Por ejemplo, de la Policía Nacional, la Guardia Civil, los agentes de aduanas, los abogados del Estado, los Técnicos de Administración Civil, los jueces, los fiscales, y por ahí adelante. Sucede que las plazas más solicitadas son las que están vacantes en otras Comunidades Autónomas y al final los destinados a Cataluña lo son no por elección sino destinados forzosos por ser los de más baja puntuación en las oposiciones. De modo que, al mismo tiempo que los partidos independentistas mantienen el impulso incesante en favor de sacar a Cataluña de España, se acelera otro movimiento simétrico que puede terminar sacando a España de Cataluña, el cual adquiere cada vez más fuerza pero que aún haya merecido la atención y la visibilidad que debiera.
Cuando uno de los 22 departamentos ministeriales, el encomendado a Óscar López, surgido en 2024 ha pasado a denominarse para la Transformación Digital y de la Función Pública sería interesante que se aplicara a la tarea de elaborar un mapa donde quedara reflejada la distribución territorial de los funcionarios y su ratio respecto a la población
Es lo que respecto al País Vasco se denominaba, en aquel seminario del Ceseden (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional) dedicado al terrorismo y los intereses nacionales, en tiempos de gran intensidad del terrorismo etarra, como Estrategia del desistimiento. Frente a la cual se propugnaba la cobertura de las plantillas de funcionarios al completo, sin permitir vacante alguna en el País Vasco. Así que ahora, cuando uno de los 22 departamentos ministeriales, el encomendado a Óscar López, surgido en 2024 ha pasado a denominarse para la Transformación Digital y de la Función Pública sería interesante que se aplicara a la tarea de elaborar un mapa donde quedara reflejada la distribución territorial de los funcionarios y su ratio respecto a la población, es decir, el cociente que resulta cuando el dividendo es la población y el divisor el número de funcionarios de la especialidad de que se trate. Es decir, a cuantos individuos toca atender a cada funcionario.
Pronto vuelve la burra al trigo y, por eso, persona tan controlada y competente en materia de Hacienda como Josep Borrell, en cuyo ministerio fue Secretario de Estado, se sintió en su día obligado a salir al paso de la campaña del ‘España nos roba’ refutada en el libro Las cuentas y los cuentos de la independencia, que escribió en colaboración con Joan Llorach, ha salido a calificar de dislate la propuesta de la financiación singular. Sobre su incierta viabilidad obsérvese que ahora la Agencia Tributaria de Cataluña tiene 839 empleados y 27 inspectores en contraste con los más de 4.000 y 300 inspectores que tiene la Agencia Estatal en Cataluña. Veremos.