Aunque para todos el comunicado de la ETA es insuficiente, hay un hecho que abre un foco de esperanza: por primera vez, la ETA ha anunciado un alto el fuego cediendo a las presiones de su brazo político, Batasuna.
Muchos recuerdan aquel 30 de diciembre de 2006 cuando, en plena tregua, ETA —que lleva 829 asesinatos a sus espaldas como medida de presión para lograr la independencia de algunas localidades del País Vasco francés y español (norte de España y sur de Francia)—, colocó un coche bomba en el estacionamiento del aeropuerto de Madrid-Barajas provocando la muerte de dos personas.
Fue un brutal atentado que acabó con la vida de dos inmigrantes ecuatorianos y puso fin a las esperanzas que tenían muchos españoles en que, después de 40 años, la ETA acabara con la violencia y se lograra la paz.
Por todo esto, desde el domingo 5 de septiembre el sentir de políticos de uno y otro signo, empresarios, medios de comunicación, asociaciones de víctimas y ciudadanía en general, es el del escepticismo. “Lo que tienen que hacer es entregar las armas y dejar de asesinar” ha sido la frase más escuchada.
– Foco de esperanza
Aunque para todos el comunicado de la ETA es insuficiente, hay un hecho que abre un foco de esperanza: por primera vez, la ETA ha anunciado un alto el fuego cediendo a las presiones de su brazo político, Batasuna, que una vez más no se podrá presentar a las elecciones municipales y autonómicas de 2011.
“El anuncio en sí mismo no vale mucho. Es un mero comunicado sin un compromiso detrás. No se sabe si es un cese definitivo de la violencia, una entrega de armas o que. Ahora bien, la novedad es que este paso es una consecuencia de la presión de Batasuna que desde hace meses le está pidiendo a ETA el cese del fuego”, asegura el analista político Luis Aizpeolea.
En 2003 Batasuna fue ilegalizada, después de que el Tribunal Supremo asegurara que fue creada por la ETA. Desde entonces el partido no puede presentarse a ninguna elección.
“Batasuna necesita reaparecer políticamente en las elecciones municipales del próximo año y para ello requiere ser legalizada”, asegura Aizpiolea. Ello explicaría que dos días antes del anuncio de la ETA, Batasuna y Eusko Alkartasuna (nacionalistas radicales) le enviaron un comunicado a la banda pidiendo el cese al fuego, como cuenta Aizpiolea.
Por supuesto, en la decisión de la banda también tiene mucho que ver que está acosada policial, judicial, internacional y socialmente; que sus líderes cada vez son más jóvenes y caen con mayor facilidad y que muchos presos están desertando.
En la actualidad hay uno 850 presos de ETA (unos 700 en España y 150 en Francia) que no ven la lucha armada como la solución. Algunos son líderes históricos de la banda, como Múgica Garmendia, José Luis Urrusolo o Carmen Gisasola, quienes han hecho pública su disconformidad con la dirección de la ETA, han renunciado al terrorismo e incluso, como Urrusolo, han pedido perdón públicamente a las víctimas del terrorismo.
Eso ha provocado en los partidos radicales independentistas, como Batasuna y Eusko Alkartasuna, tomar la decisión de abrir un nuevo proceso de paz. Son conscientes de que hay numerosos presos de ETA contrarios a seguir con la violencia. Tienen condenas de miles de años y aunque el Código Penal establezca como máximo el cumplimiento de 20, que sólo un proceso de paz podría devolverles la libertad.
El analista político Ignacio Escolar destaca el papel de la izquierda nacionalista radical. “A diferencia de todos los intentos anteriores, esta vez es un proceso autónomo donde el gobierno y los demás partidos hacen de meros espectadores, mientras ETA y Batasuna desempatan los tiempos”, asegura.
Otro aspecto novedoso de este alto el fuego es la mediación internacional que busca la banda, que eligió a la BBC para anunciar su decisión de dejar de matar.
La mediación internacional se produjo el 29 de marzo, cuando cuatro premios Nobel de la Paz, Frederik de Klerk, Desmond Tutu, John Hume y Mary Robinson, pidieron a la ETA un alto el fuego permanente y verificable. Batasuna apoyó la petición y la ETA se comprometió a responder. Hubo que esperar cinco para que la ETA diera su respuesta: un video enviado a la BBC en el que apela a la comunidad internacional” “para que tome parte en la articulación de una solución duradera, justa y democrática a este secular conflicto político”.
La organización busca vincular su alto el fuego con la resolución del conflicto en Irlanda del Norte, donde el Ejército Republicano Irlandés (ERI) mantuvo una lucha armada hasta que en 1998 anunció el cese de la violencia y la entrega de las armas.
El periodista Enric Sopena destaca que Batasuna y la ETA “han profundizado en su objetivo, al buscar aliados y observadores de prestigio, y suscrito algo digno de crédito”. Falta ver si la ETA se pliega a su brazo político, como ocurrió con el ERI y el Sinn Fein, y decide entregar las armas y empezar la paz.
El Mundo (México), 14/9/2010