EL CORREO, 11/11/11
La banda plantea abordar también la salida de las fuerzas de seguridad de Euskadi y dice que no será una «amenaza» en la negociación política
ETA busca su hueco en la campaña electoral. La banda ha concedido una entrevista que hoy sale publicada en la que explica por qué ha decidido declarar el «cese definitivo de la actividad armada». El diario Gara ofreció ayer en su página de Internet un avance de la conversación, que ocupa doce páginas, entre su versión en euskera –idioma en el que se mantuvo la charla– y la traducción al castellano.
La organización terrorista muestra en el texto su voluntad de entregar las armas. Lo hace con la siguiente frase: «El desarme está en la agenda y ETA está dispuesta a adoptar compromisos». Eso sí, advierte que en el diálogo que entablaría con el Gobierno sobre este asunto deberían incluirse «la vuelta a casa de todos los presos y exiliados» y «la desmilitarización de Euskal Herria», en alusión a la presencia de la Policía, Guardia Civil y Ejército.
El pronunciamiento de la cúpula etarra se produce tres semanas después de su último comunicado, en plena vorágine electoral, y a apenas dos días del mitin que Amaiur tiene previsto para mañana en San Sebastián. La izquierda abertzale volverá al velódromo de Anoeta siete años después. En 2004, en aquel recinto, Arnaldo Otegi, con una rama de olivo en la mano, desgranó la propuesta de Anoeta, germen lejano de la actual apuesta por las vías pacíficas. La antigua Batasuna quiere convertir este mitin en una demostración de su fortaleza. «Pocos se atreven hoy día a convocar a más de 10.000 personas en un acto público», reconocía ayer una fuente cercana a la izquierda abertzale.
ETA da a conocer cómo ha llegado a la conclusión de cesar su actividad, una decisión que, asegura, es el resultado de un proceso de reflexión iniciado al menos hace «una década», aunque no ha sido «estructurado y lineal». El paso que acordaron dar el pasado 20 de octubre, sostienen los terroristas, «no era sencillo». De hecho, equiparan el actual momento con «la propia creación de ETA» y con la decisión de proseguir con su actividad «tras la muerte de Franco».
El papel de los mediadores internacionales, de la ‘Declaración de Aiete, o qué ocurre «si el Estado intenta bloquear permanentemente la situación» también forman parte de la conversación. La banda deja claro que «no estará sentada en la mesa de negociación política» –«no seremos una amenaza» en ese proceso–, tal y como le demanda la propia izquierda abertzale. La antigua Batasuna dibuja un escenario en el que ETA y Gobierno deberán tratar sobre el desarme y los presos, mientras que a los partidos vascos les tocará hablar de cómo se articula la posibilidad de conseguir la independencia a través de un referéndum.
En otro momento de la entrevista, la banda admite que su actividad terrorista ha creado «mucho sufrimiento» –«no somos insensibles», proclaman sus dos portavoces–, pero, a renglón seguido, critica que «hay múltiples víctimas y sufrimientos generados por la violencia de los estados que siguen sin ser reconocidos». Además, ETA niega haber mantenido «ninguna reunión directa» con el Gobierno de Zapatero, aunque «en los últimos meses hemos tenido un conocimiento mutuo y, que nosotros sepamos, el PP está al corriente».
EL CORREO, 11/11/11