LA VANGUARDIA, 21/10/11
En un comunicado en el diario ‘Gara’, la banda terrorista anuncia que deja las armas y llama a los gobiernos español y francés «para abrir un proceso de diálogo directo» destinado a solucionar «las consecuencias del conflicto» | Sin embargo, no anuncian ni su disolución ni la entrega de las armas | Zapatero y Rubalcaba celebran la noticia como «la victoria de la democracia» y Rajoy como «un gran paso»
Barcelona. (Redacción).- Paso histórico en favor del fin del terrorismo en Euskadi un mes exacto antes de las elecciones del próximo 20-N. ETA ha decidido este jueves cumplir con el mandato de los representantes internacionales en la Conferencia de Paz de San Sebastián del pasado 17 de octubre y ha hecho público que abandona de forma «definitiva la lucha armada», lo que supone el fin de más de cuatro décadas de actividad terrorista. Aunque ETA no se ha referido en ningún momento a una eventual disolución de su estructura interna, la clase política ha acogido con satisfacción el comunicado, que ha sido celebrado por Zapatero, Rubalcaba y Rajoy como la victoria de la democracia.
En un comunicado publicado en el diario Gara en formato texto y audiovisual, ETA ha dado el paso que esperaba toda la opinión pública y ha comunicado el «cese definitivo de su actividad armada» al mismo tiempo que ha instado a «abrir un proceso de diálogo directo» destinado a solucionar «las consecuencias del conflicto». En el documento, la banda también sostiene que ha tomado esta «decisión histórica» y añade su «compromiso claro, firme y definitivo» de «superar la confrontación armada».
El presidente del Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, ha acogido positivamente el anuncio de ETA, al que ha dado credibilidad, y ha calificado de «histórico». Tras acordarse de las víctimas y agradecer la lucha antiterrorista a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ha remarcado que se trata de una «victoria de la democracia». En terminos parecidos se ha expresado el candidato del PSOE a los comicios del próximo 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos han llamado a la «unidad» de los partidos para gestionar la situación.
Especialmente significativa ha sido la reacción del líder y candidato del PP, Mariano Rajoy, que no ha quitado trascendencia a la noticia, que ha visto como buena. «Es un gran paso», ha indicado, aunque ha matizado que «la tranquilidad definitiva sólo llegará con la disolución de la banda». Rajoy también se ha acordado de las víctimas y ha remarcado que es «la fortaleza del Estado de Derecho» la que «ha derrotado a ETA».
Un comunicado marcado por la Conferencia de Paz
En el inicio del documento publicado en la página web del diario vasco, ETA opina que la Conferencia de Paz es «una gran iniciativa de gran trascendencia política» y considera que la declaración de los representantes internacionales «cuenta con el apoyo de amplios sectores de la sociedad vasca y de la comunidad internacional».
En este sentido, ETA ha seguido al pie de la letra las instrucciones dictadas en la declaración redactada y firmada por el grupo de personalidades de la comunidad internacional que participó en la conferencia de paz del pasado lunes, entre ellos, el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan. Tanto el «cese definitivo» como la petición a Francia y España de implicarse en la resolución del conflicto» son las expresiones exactas que aparecen en el documento del Palacio de Aiete.
Para la banda, «Euskal Herria» se abre a «un nuevo tiempo político» en el que «frente a la represión, el diálogo y el acuerdo deben caracterizar este nuevo ciclo. Según el comunicado, esta «oportunidad» se ha creado por «la lucha de largos años». Ene ste punto, ETA solo se ha dirigido a los muertos de la propia banda y a los que se encuentran en la cárcel obviando a las víctimas de sus acciones armadas. «La crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre. Otros están sufriendo la cárcel o el exilio. Para ellos y ellas nuestro reconocimiento y más sentido homenaje», asegura la nota.
El texto finaliza con un llamamiento a «la sociedad vasca» para que se «implique» en este proceso de soluciones hasta construir un escenario de paz y libertad. Seguiendo el formato habitual de este tipo de escenificaciones, el comunicado ha sido leído por tres etarras encapuchados que, según la cadeba británica BBC, podrían ser Izaskun Lesaka, Iratxe Sorzabal y David Pla. De fondo, la escenografía de siempre: la ikurriña
¿El fin de un proceso?
La banda terrorista mueve una ficha inmóvil hasta el momento en el tablero del llamado proceso de paz que inició el pasado 8 de enero, cuando decretó un alto el fuego «permante, general e internacionalmente verificable» y expresó su compromiso con el «fin de la confrontación armada. Cabe enmarcar ese gesto -acogido con enorme escepticismo por el Gobierno y las fuerzas políticas en España-, en el marco de la estrategia del mundo de la izquierda abertzale de volver a la vida política tras la ilegalización de Batasuna así como en la progresiva debilidad de la banda fruto de la lucha antiterrorista. El alto el fuego de enero tiene un precedente directo el 5 de septiembre de 2010, cuando a través de la cadena británica BBC, ETA ya declaró una tregua o «cese de la violencia».
Como consecuencia, ese mismo septiembre se gestaron unos pactos en Euskadi claves para el desarrollo de los acontecimientos. Batasuna llegó a un acuerdo solemne con otros partidos nacionalistas (EA, Alternatiba y Aralar) que tradicionalmente condenaban la violencia, lo que quería decir asumir la petición a la banda terrorista de dejar «definitivamente» las armas, aunque acompañado de la voluntad de formar un «Estado vasco libre». El refrendo del colectivo de presos etarras a dicha declaración este mismo septiembre puede considerarse otro paso adelante en este camino.
En el marco político, el acuerdo de Guernika -así se conoció el pacto entre las diversas fuerzas independentistas- tuvo sus frutos el pasado mayo, con motivo de los comicios locales. Tras el intento fracasado de Sortu, la izquierda abertzale prosiguió su estrategia política integrándose en Bildu, la nueva marca con la que se presentaba junto a EA y Alternatiba -y con un rechazo explícito a la violencia-, La coalición logró el aval del Tribunal Constitucional, tras ser inicialmente anuladas sus listas por el Tribunal Supremo, y tuvo unos resultados espectaculares en la locales del 22 de mayo, logrando la alcaldía de San Sebastián y la presidencia de la diputación foral de Guipúzcoa.
Medio siglo de terror y casi 900 muertos
De esta forma, una ETA más debilitada que nunca -especialmente tras la ilegalización de Batasuna en 2004– abandona casi 50 años de actividad criminal. Desde que en junio de 1960 la organización terrorista asesinara a la niña Begoña Urroz en la estación donostiarra de Amara hasta hoy, la banda tiene tras de sí cincuenta años de actividad asesina que se ha cobrado la vida de un total de 858 personas.
Su última víctima se la cobró el 16 de marzo del 2010 en Francia, cuando asesinó al policía francés Jean-Serge Nerin durante un tiroteo entre agentes y miembros de ETA. La organización terrorista no solo ha asesinado a militares, guardias civiles y policías, sino también a políticos, jueces y centenares de personas de a pie en una espiral terrorista que, comenzando en el franquismo, no sólo continuó sino que se incrementó en plena democracia, siendo los ochenta el periodo de más violencia por parte de la organización armada.
Aunque la actividad de ETA disminuyó en los noventa, actos como el secuestro y posterior asesinato del edil del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco, supusieron un punto de inflexión especialmente por el impacto emocional que tuvo en la opinión pública española.
LA VANGUARDIA, 21/10/11