ABC 20/01/14
· Insiste en que el abandono de la «lucha armada» es irreversible, pero rechaza disolverse.
La comunicación interna de los cabecillas de ETA a su militancia, reafirmando el abandono de la «lucha armada» para impulsar la «vía independentista», avala, como declaró ayer a ABC el mi-ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que la banda «no se ha planteado su disolución y quiere perpetuarse como un agente político más».
El periódico «Gara» se hizo ayer eco de este documento en su pretensión de subrayar que el «cese definitivo de la actividad armada» anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011 es irreversible. Ello, entre otros motivos, porque, a raíz de la operación contra el «frente de cárceles», trascendieron conversaciones de algunos presos etaras que acusaban a Arantza Zulueta de maniobrar para romper la actual estrategia de la «izquierda abertzale» y volver a la época de los atentados. Pero lo que hace esta comunicación interna es, además, confirmar que la banda terrorista, pese a los insistentes llamamientos, no tiene la más mínima voluntad de disolverse por las buenas. «ETA no se ha planteado su disolución, quiere perpetuarse como un agente político más», declaraba precisamente ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Cese estratégico
Se trata de una comunicación remitida el pasado mes de diciembre por el «comité ejecutivo» de la organización criminal, que encabezan David Pla e Iratxe Sorzábal, al conjunto de su militancia. Según este boletín interno, tras el debate desarrollado durante los últimos meses, más del 80 por ciento de los etarras han apoyado la apuesta por la vía exclusivamente política, frente a un 4,2 por ciento que respaldaba la estrategia «político militar»; esto es, volver a los atentados y alternarlos con maniobras tipo treguas-trampa. Sin embargo, ETA admite que su decisión de cesar definitivamente en la actividad terrorista tiene carácter estratégico. Asegura que no se ha planteado crear «estructura militar» alguna, pese a que mantiene en Francia su logística.
Todo ello, con la pretensión de erigirse en referente de la «izquierda abertzale» y facilitar la incorporación de otros sectores del independentismo vasco –estrategia de «acumulación de fuerzas soberanistas»–. ETA parte de que la renovación de la estrategia de la «izquierda abertzale» y su deci-deci sión de abandonar la «lucha armada» han abierto «una nueva situación política en Euskal Herria».
Así pues, los cabecillas quieren, a cambio de abandonar el terror, tener amplio protagonismo en la política vasca, de tal forma que «las iniciativas de ETA respondan al reto general de llevar a término el proceso de cambio y transición a realizar en Euskal Herria». Y marca la agenda de la «izquierda abertzale», a la que advierte de que «resulta fundamental que las fuerzas independentistas desarrollen una estrategia eficaz». Ello, con el objetivo de «poner todas las fuerzas a favor del proceso como pueblo», con vistas a «conformar la mayoría vasca». La banda terrorista insta a la «izquierda abertzale» a dar pasos «unilaterales», sin contar con el Gobierno, ya que «superar el conflicto es una prioridad, pero también hay que dar pasos prácticos en la vía independentista».
Las manifestaciones del titular de Interior a ABC,ABC en las que asegura que «ETA no se ha planteado su disolución, quiere perpetuarse como un agente político», se sustentan en informes operativos que le han trasladado las Fuerzas de Seguridad del Estado ya hace tiempo. Los expertos trabajan con la hipótesis de que a corto o medio plazo la banda pueda escenificar una entrega simbólica de armas, pero descartan, de momento, su disolución voluntaria, porque ello supondría que ETA asume públicamente su derrota y reniega de su pasado. Quiere, a partir de ahora, imponer por la vía política lo que no logró con el asesinato y la extorsión.
«No desaparecerá»
«ETA no desaparecerá, continuará como Organización política dentro de la izquierda abertzale, hasta que otro tipo de situación y debates digan lo contrario». Así lo expresaba la banda en el documento interno «ProDem», del que ya informó en su día ABC.
Ahora, la comunicación interna no hace sino revalidar estas intenciones. Por ello, según los expertos, la propia banda admite, en otros documentos incautados a Arantza Zulueta, que la única estructura que ha reforzado es el «aparato político». Los agentes han detectado que ETA sigue «fichando» miembros, entre la antigua Segi, para su «oficina política».
ABC 20/01/14