ABC, 12/5/12
El pistolero Henry Parot llegó a pedir a las «vascas» que concebieran futuros «gudaris» destinados a la causa de la «liberación de Euskal Herria»
Pese a haber tenido entre sus pistoleros a «gente de fuera», «maketos» en el argot racista de Sabino Arana —«Kubati», clan de los Troitiños, «El Sevillano», Caride, Monteagudo…—, ETA siempre ha visto en la llegada de inmigrantes al País Vasco un peligro para su proyecto de independencia.
En un «Zutabe» —boletín interno—de 2002, la banda terrorista mostraba su preocupación porque la población «sigue aumentando», pero no por el incremento de la natalidad de los autóctonos, sino como consecuencia de «la gente que ha venido». «El nacimiento de la gente que viene de fuera (sic) y teniendo en cuenta el envejecimiento del interior» hace presagiar que «en los próximos años se acelerará ladesaparición de nuestra lengua», advertía la banda en el citado boletín interno.
Años antes, el pistolero Henry Parot, cuyo historial sanguinario incluye el asesinato de seis niños -uno en Madrid y cinco en la casa cuartel de Zaragoza-, se lamentaba a través de una carta enviada desde la cárcel al periódico «Egin» del bajo índice de natalidad entre los vascos y hacía un llamamiento a las mujeres abertzales para que dieran hijos a la «causa de la liberación nacional de Euskal Herria». Eso de liquidar niños españoles y fomentar la llegada al mundo de futuros etarras debe ser la particular «doctrina Parot» de este asesino en serie.
«Limpieza étnica» bajo coacción
La «izquierda abertzale» también ha llevado a cabo su particular «limpieza étnica». Así, a principios de 2009, los proetarras colocaron en Mondragón, puerta a puerta, una nota para que los vecinos firmaran a favor de los presos de ETA nacidos en este municipio guipuzcoano. Y advertían de que al cabo de un tiempo regresarían para recoger los apoyos. De esta manera dispondrían de información para confeccionar una «lista negra» de aquellos que no hubieran mostrado su solidaridad con los reclusos de la banda. Precisamente, el Ayuntamientos de esta localidad figura entre las corporaciones batasunas que han pedido a los vecinos que les respondieran cómo querían recibir las notificaciones oficiales, si en euskera o en castelano. Así, también podrían elaborar censos de aquellos no vascoparlantes.
Claro, que ni a etarras ni a batasunos han faltado maestros en esto de clasificar «vascos buenos» y «vascos malos». Un diputado del PNV apellidado paradógicamente Caballero, escribió un artículo en el periódico «Deia» en el que aludía a las «ratas de Ermua», para referirse a las personas del resto de España que en la década de los sesenta llegaron a este municipio vizcaíno.
ABC, 12/5/12