EL PAÍS, 13/4/12
ntza, Olarra y Alegria, entre los seis activistas de perfil duro e ideológico
Interlocutores posibilistas al máximo nivel, POR JUAN MARI GASTACA
Un buen síntoma, POR LUIS R. AIZPEOLEA
Los presos de ETA han elegido a sus nuevos representantes
En vísperas de la manifestación abertzale que este sábado recorrerá las calles de Bilbao contra “la estrategia de bloqueo y cerrazón” del Gobierno del PP, ETA ha desvelado la composición del grupo de seis interlocutores, elegidos por el colectivo oficial de sus presos (EPPK), a los que confiaría una hipotética negociación con España y Francia. Se trata de un bloque monolítico, formado por activistas de perfil duro e ideológico, con reconocida ascendencia dentro de la banda terrorista y en el entramado de Batasuna, que, a pesar de su intransigencia en los años duros del azote terrorista, han avalado el tránsito de la renuncia a la violencia para abrazar las vías políticas.
Repartidos por cárceles francesas (Mikel Antza Albisu, Marisol Iparragirre y Lorentxa Gimon) y españolas (Xabier Alegria, Jon Olarra y Anabel Egües), los seis presos admiten, según avanza la edición digital de Gara, que están a la espera de que “los Gobiernos de Madrid y París tomen contacto con nosotros”. Esta muestra de “mano tendida”, según su valoración, coincide con un estado de ánimo de reconocida intranquilidad entre lospresos de ETA por el decidido inmovilismo de Mariano Rajoy en materia de política penitenciaria cuando se cumple ya casi medio año de su renuncia a las armas.
Esta significativa elección de los seis negociadores refleja sobremanera la complicada evolución vivida en el ámbito de la izquierda abertzale, donde el epicentro siempre ha gravitado sobre el peso de las pistolas. Los seis presos son una referencia dentro del colectivo porque disponen de una hoja de servicios que les ha conferido la autoridad suficiente para doblegar las resistencias propias de un debate que prácticamente ha llevado a ETA a renunciar a su razón de ser. Eso sí, activistas que siempre han dispuesto de un peso más ideológico que ejecutor, lo que les permite proyectar una imagen menos sanguinaria, quizá con la excepción de Jon Olarra, condenado por varios asesinatos aunque también significado precursor desde hace meses, con varios artículos de prensa, en la defensa de que las vías políticas superen la etapa del dolor.
Pero posiblemente es Antza quien mejor identifica el perfil de este insólito grupo negociador. Cuando fue detenido en 2004 por su condición denúmero uno de ETA, dejó escrito que el destino soberanista no podía ir de la mano de la violencia. Por eso urgió a la presencia de Batasuna en las instituciones para fortalecer su músculo electoral y predijo que en 2012 sería posible negociar con los Gobiernos español y francés. Su visión trajo la catarsis que, sin embargo, deja insensible, de momento, a Rajoy. La cuestión es saber si ese inmovilismo tendrá efectos secundarios.
EL PAÍS, 13/4/12