Las cartas que exigen el “impuesto revolucionario” a los empresarios vascos y navarros también llegaron a las antiguas repúblicas soviéticas. Esta información se publicó acompañada por la fotografía del temporizador de una bomba con el sello de ETA.
Una asociación empresarial del País Vasco, en el norte de España, se ha lamentado de lo que describe como un interminable negocio sucio de extorsión del grupo separatista ETA. La asociación cree que los separatistas necesitan dinero para financiar la campaña de violencia guerrillera en su región.
El pasado mes de septiembre, ETA anunció la decisión de renunciar a la lucha armada y de perseguir sus objetivos a través del diálogo.
The Voice of Russia, 21/11/2010