ABC, 5/6/12
Batasuna lleva años buscando referentes internacionales que le sirvan como modelo de negociación para adaptarlo al País Vasco. Oriente Próximo, Irlanda, Sudáfrica… ¿Cuál será el próximo?
¿Qué modelo de «conflicto armado» copiará ETA-Batasuna para adaptarlo, en otro alarde de distorsión, al País Vasco y demandar mediación internacional? Después de mirarse en los espejos cóncavos deIrlanda y Oriente Próximo, luego de observarse ante el espejo convexo de Sudáfrica con escasa fortuna, ¿buscará como referencia los conflictos de República Democrática del Congo, Sudán, Uganda? ¿Querrá inspirarse en Sri Lanka? ¿O habrá tomado apunte de última hora de cuanto acontece en Siria?
Los estrategas de ETA-Batasuna llevan años deambulando por los continentes buscando «conflictos armados» en vías de «resolución», gracias a la intervención de «mediadores internacionales», para adaptarlos al modelo de «proceso de paz» que querrían para el País Vasco. «Ya tenemos nuestro Arafat, que pongan ellos su Rabin» decían a principios de la década de los noventa los dirigentes de Herri Batasuna en referencia a las negociaciones que se desarrollaban enOslo entre palestinos e israelíes. El «Arafat» de los batasunos era por aquella época el interlocutor de ETA Eugenio Etxebeste, «Antxon», y querían que el Isaac Rabin fuera Felipe González, entonces presidente del Gobierno. Años después, Arnaldo Otegi también ha jugado a ser Arafat. Por ejemplo, cuando en la presentación de la «oferta de Anoeta» apareció con un ramo de olivo y un pañuelo palestino («kefiya»). Fracasada la «vía Oslo», y en plena «Intifada», la errática Batasuna viró hacia Irlanda, para decir que ellos ya tenían a su «Gerry Adams» y pedir a la otra parte, esto es, al Gobierno español, que sentara en la mesa a su «Jon Major». Pero a ETA no le acabó de agradar el «proceso irlandés», entre otros motivos, porque el IRA se sometió a su brazo político, el Sinn Féin, abandonó la actividad terrorista y se disolvió.
El esperpento del «apartheid» vasco
Con Batasuna ilegalizada y su «mesa nacional» en la cárcel, Batasuna comenzó a verse reflejada en el «apartheid» que sufrieron los negros sudafricanos. Entonces, la denominada «izquierda abertzale» encontró en Arnaldo Otegi la versión euskaldún de Nelson Mandela e instó al Ejecutivo a que se buscara su propio «Frederik De Klerk». Y ante el rechazo del Gobierno español, los batasunos se han traido a Brian Currin, en este caso el auténtico, y a varios miembros del Congreso Nacional Africano. Tras el fracaso, ¿dónde buscarán ahora la réplica? ¿Sri Lanka, Congo, Sudán, Uganda…?
La pretensión de ETA-Batasuna de inventarse un conflicto armado, de comparar a sus representantes con mandataros y estadistas y buscar mediadores internacionales se ajusta a la metáfora de los espejos cóncavo y convexo que deforman la realidad, y que inspiraron al maestro del esperpento, Valle-Inclán, para su «Luces de Bohemia».
ABC, 5/6/12