LA VOZ DE GALICIA, 21/10/11
La banda terrorista omite cualquier alusión a la entrega de las armas, evita pedir perdón y reclama la apertura de un proceso de diálogo con los Gobiernos español y francés
Asfixiada por la eficacia policial y la cooperación internacional con España, aislada socialmente y presionada hasta por sus propios seguidores, la banda terrorista ETA anunció ayer el «cese definitivo de su actividad armada». Más de medio siglo después de su nacimiento (el 31 de julio de 1959) y con 829 asesinatos a sus espaldas, según las cifras oficiales del Ministerio del Interior, la organización terrorista dio ayer un paso histórico, aunque todavía insuficiente. Porque en el comunicado leído por tres encapuchados en un vídeo remitido simultáneamente a los diarios Gara y Berria y a la cadena británica BBC, no se hace mención alguna a la disolución de la banda ni a la entrega de las armas, como reclaman absolutamente todas las fuerzas políticas democráticas.
En su nota, los etarras siguen al pie de la letra las recomendaciones de la conferencia celebrada el lunes pasado en San Sebastián, lo que viene a confirmar la sospecha de que el comunicado es la escenificación de un guion previamente escrito con la intención de impulsar las opciones electorales de la izquierda aberzale de cara a los comicios del 20 de noviembre.
Rendición
De hecho, el comunicado alude a la conferencia donostiarra para señalar que «reúne los ingredientes para una solución integral del conflicto y cuenta con el apoyo de amplios sectores de la sociedad vasca y de la comunidad internacional». La banda terrorista en ningún momento hace alusión a la sangre derramada ni pide perdón a las víctimas. En sentido contrario, hace referencia a los presos, para manifestar que «la crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre; otros están sufriendo la cárcel o el exilio».
En un tono muy alejado de su habitual carácter desafiante, la banda terrorista muestra su «compromiso claro, firme y definitivo» para la «superación de la confrontación armada», el eufemismo tras el que esconde su actividad criminal. Tras ello, suelta la frase que todo el mundo estaba esperando: «ETA ha decidido el cese definitivo de su actividad armada».
Acto seguido, intenta diluir lo que es una rendición en toda regla con «un llamamiento a los Gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto». Con ello alude al futuro de los más de 700 presos recluidos en cárceles españolas y francesas, así como al de las decenas de huidos de la ley que se esconden en territorio galo y en varios países iberoamericanos. Pero evita hacer alusión a lo que ha sido una constante reclamación de ETA desde los inicios de la democracia: la autodeterminación del País Vasco, así como la unificación con Navarra y los territorios del País Vasco francés.
Ahora comienza el proceso de liquidación, que deberá gestionar el próximo Gobierno. Tanto PSOE como PP han descartado cualquier amnistía, y solo se plantean soluciones individuales para los presos que pidan perdón a las víctimas, abonen las indemnizaciones y colaboren con la Justicia.
«ETA hace un llamamiento a los Gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo»
Extracto del comunicado
LA VOZ DE GALICIA, 21/10/11