ETA suplanta a Sortu y apuesta por la vía catalana para la independencia

EL CONFIDENCIAL 05/01/14

La dirección de ETA parece haber decidido suplantar a su brazo político. Eso es lo primero que se deduce del acto organizado este sábado por el llamado Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK, en euskera) en el Café Antzokia de Durango (Vizcaya), una cita que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, calificó de “aquelarre repugnante y deleznable”. El propósito del evento era que los exreclusos de la banda liberados por la derogación de la doctrina Parot respaldaran el comunicado que emitió el EPPK hace sólo una semana. Pero los 80 exreclusos que comparecieron también forman parte del EPPK. Es decir, que ETA ideó un acto vacío de contenido para seguir siendo noticia.

Lo ha conseguido. Tanto la Fiscalía como el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz rechazaron prohibir la reunión argumentando que era de carácter privado. Pero no hubo ni rastro de privacidad. Los medios de comunicación abarrotaron el establecimiento y los expresos de ETA leyeron una declaración con el ánimo de que se difundiera, aunque no admitieron preguntas de los periodistas. Tampoco del reportero de Intereconomía que les pidió repetidamente que se disculparan por sus crímenes.
El acto sólo sirvió para que quedara clara la ansiedad de la banda terrorista ahora que se ha quedado sin su principal ocupación, por pasar página y saltar a la arena de la política. El comunicado que leyó José Antonio López Ruiz, alias ‘Kubati’, pidió la libertad para los más de 500 reclusos de la banda que siguen encarcelados y subrayó el “total compromiso” del EPPK (y ETA, por tanto) con el juego democrático.

Sortu y Bildu, que hasta ahora se encargaban de desempeñar ese papel en régimen de exclusividad, se han convertido en prescindibles. Los miembros de la banda -todos los que comparecieron en Durango siguen formando parte de ETA– dejaron de matar antes de ayer pero muestran una fascinación sobrevenida por la posibilidad de participar en la política, como si acabaran de descubrir que hay una vía alternativa a las armas que va a otorgarles incluso más réditos. Si ni Pedraz ni la Fiscalía consideran que existan razones para prohibir su encuentro de confraternización en Durango, es muy probable que la Justicia tampoco halle ningún motivo para evitar su entrada en las instituciones democráticas.
La otra gran conclusión que puede desprende del acto de este sábado es que ETA ya ha identificado qué le gustaría ser de mayor, y que ha puesto a todos los resortes de su galaxia asociativa a trabajar para conseguir ese objetivo. Su nueva guerra es el derecho a decidir, como dejaron claro los liberados por la derogación de la Parot. Cataluña ha ido más lejos y más rápido que el independentismo vasco y sin necesidad de pasar por la cárcel. El derecho a decidir goza además de mejor imagen que el tiro en la nuca.
Como lleva meses proclamando Artur Mas, sólo un Gobierno antidemocrático puede oponerse a que los ciudadanos de una comunidad expresen su voluntad en las urnas, y el futuro de ETA camina por la misma senda que ya transita el soberanismo en Cataluña. 

“Un proceso de pacificación no es un ‘proceso democrático’”

La respuesta del Gobierno Vasco al acto de los expresos se produjo en forma de un comunicado que resaltaba que “no es suficiente mencionar el sufrimiento sino que es necesario reconocer el daño injusto causa y apelar al desarme”. Respecto a la retórica utilizada por la banda, el Ejecutivo de Íñigo Urkullu considera que “es tiempo de pasar de las palabras a los hechos” y advierte de que no se puede confundir “un proceso de pacificación y normalización en la convivencia con lo que permanentemente pretenden identificar con un ‘proceso democrático’”.
Por su parte el Partido Socialista de Euskadi se limitó a señalar que la declaración del EPPK “no añade nada a las posiciones ya conocidas. Para decir lo que han dicho no necesitaban dar la nota. Bastaba con dar un comunicado”.