LA RAZÓN, 8/4/12
La banda terrorista busca fortalecer su entramado para actuar si el «proceso» no avanza. Entre febrero y marzo ha robado y abandonado dos coches en el sur de Francia
MADRID-El «aparato logístico-militar» de ETA registra un aumento de actividad si se tiene en cuenta el poco tiempo que mantiene en su poder los coches robados, a diferencia de lo que ocurría hace algunos meses, en especial cuando el «proceso» (durante la anterior legislatura), estaba en pleno apogeo.
En la tercera semana de marzo, han aparecido quemados y abandonados dos coches que habían sido robados en febrero de este año, por lo que sólo han estado en poder de la banda un mes. En Rigny sur Arroux, en la Borgoña, fue encontrado el pasado día 21 de marzo, completamente quemado, un Peugeot 308 que había sido sustraído en febrero. Dos días antes, en Chappeuil, en la Dordoña, fue hallado un Citroën C-5 negro que había sido robado el 20 de febrero. En este caso, a los terroristas no les había dado tiempo a destruirlo. Como es habitual, la banda no se deshace de un automóvil si no ha robado otro antes.
Malestar
Expertos antiterroristas que siguen de cerca la actividad de ETA en Francia llaman la atención sobre estos hechos, que coinciden con un creciente malestar en los sectores más radicales y su entramado, por lo que consideran nulo avance del «proceso».
En los últimos tiempos, dada la situación de alto el fuego y supuesto cese armado (que se ha sustituido por el terrorismo callejero de la «kale borroka»), ETA ha reducido sus «aparatos» a dos: el «político» y el «logístico-militar», según las citadas fuentes.
La escasa actividad que la banda desarrolla en estos momentos requiere un organigrama mínimo que le permita, por un lado, la dirección del «proceso» y de lo que ocurre en las cárceles, la emisión de comunicados y entrevistas, y el mantenimiento de las infraestructuras, materiales y humanas, ante la eventualidad de una vuelta a los atentados.
Desde que la banda decidió detener las acciones criminales, en marzo de 2010, procuró que sus movimientos se redujeran al mínimo, con el fin de que el «proceso» que había puesto en marcha a través de mediadores con nacionalistas y socialistas no sufriera contratiempos como consecuencia de «accidentes».
Ese año y el siguiente fueron pródigos en contactos secretos e intercambio de informaciones que, a la postre, culminaron con la legalización de Bildu para que pudiera presentarse a las elecciones municipales; y se iniciara un plan que debía llevar, como primer paso, a los presos a cárceles del País Vasco y Navarra de cara a su liberación en una amnistía progresiva y encubierta.
Un organigrama demasiado amplio, con la consiguiente infraestructura (que hay que mantener mediante alquileres de viviendas), desplazamientos, etcétera, suponía un riesgo (y un gasto) absolutamente innecesarios, según la conclusión a que llegó la «dirección» de la banda.
De esta manera, se decidió mantener el «aparato político» en su totalidad, con Irache Sorzábal y David Pla a la cabeza; unificar los de «logística» y «militar», al frente de los que se encuentra Izaskun Lesaca, que se ocupa de los demás asuntos: robo de coches; mantenimiento de los zulos en los que se esconden armas, explosivos y dinero; labores de aprovisionamiento de materiales; falsificaciones y cursillos de formación de nuevos pistoleros. La detención de tres etarras el pasado mes de enero permitió confirmar que la banda terrorista seguía con su labor de adiestramiento de nuevos miembros, pese a que ya había anunciado el alto el fuego y sus supuestas intenciones de abandonar las actividades armadas.
La «dirección» etarra está formada por entre cinco y siete miembros, aunque, por medidas de seguridad y clandestinidad, funciona un «triunvirato», que se ocupa de la adopción de las decisiones de las que, a través de «enlaces», son informados los otros integrantes.
Las fuentes consultadas subrayan que la reducción del organigrama no se puede interpretar como una muestra de buena voluntad de ETA. Se trata de una decisión táctica, motivada por razones de seguridad y, precisamente, para poder mantener operativo el entramado suficiente que le permita plantear situaciones de amenaza si el «proceso» no avanza.
En cualquier caso, fueron los propios «verificadores» de la «Comisión Internacional», que visitaron recientemente el País Vasco, los que admitieron que ETA sigue activa; sus miembros van armados y trasladan los materiales a lugares seguros (se entiende que para evitar su incautación por las Fuerzas de Seguridad).
LA LUPA
Batasuna reclama su legalización en su «Aberri Eguna»
Aralar y Batasuna, entre otras formaciones, aseguraron ayer durante el día de la Nación Vasca celebrada en la localidad vasco-francesa de Donazaharre «estar preparados para hacer el camino hacia la independencia». Además, pidieron tanto a Madrid como a París «que se muevan», reclamando «una paz verdadera sin vencedores ni vencidos», así como la legalización de partidos y la creación de una mesa de diálogo sin exclusiones. El objetivo para la izquierda abertzale es «ser una nación en Europa».
LA RAZÓN, 8/4/12