Carlos García, LA RAZÓN, 14/6/12
Resulta curioso que en Elorrio los simpatizantes de Bildu me llamaran durante la campaña electoral, a modo de supuesto insulto, «español y torero». Y es que día a día este mundo da nuevas muestras de su incoherencia. Hace algunos años colocaron unos carteles taurinos, ciertamente curiosos, en el entorno de mi casa. En ellos se anunciaba una gran corrida de toros en la plaza de mi barrio, que no existe. Y es que, además, los toreros que se anunciaban en aquel cartel eran «Garímedes Bajera» y «Leandro Fernández», lo que, traducido, resultaron ser mis vecinos los etarras Garikoitz Azpiazu «Txeroki», jefe de ETA, y Lander Fernández, el presunto etarra detenido ayer en Roma en una operación conjunta entre la Policía española y la italiana.
Y estos «toreros», que en realidad son sanguinarios terroristas, se anunciaban en el cartel como los que lidiarían y matarían a dos toros con «divisa rojigualda», que éramos a la postre un conocido militante del PP del barrio y yo.
Por supuesto que aquellos carteles fueron denunciados y admitida la denuncia a trámite como amenazas terroristas y, aunque hoy en día aún no se ha sabido quién fue el artífice de aquellos macabros carteles, afortunadamente los dos «toreros» terroristas están encarcelados y los dos «toros», vivos.
Por ello, no me queda otra cosa que decir hoy un bravo por la Policía italiana y un olé por la española.
Al margen de las ocurrencias y los desvaríos del mundo de ETA, hoy tengo dos sentimientos que no puedo ocultar: uno es de gratitud a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a la Ertzaintza, que jugándose sus propias vidas han diezmado a la organización de matarifes ETA. Y, gracias a ello, muchos como yo podemos estar vivos para contarlo. Por otro lado un sentimiento de satisfacción ante la firmeza del Estado de Derecho y del Gobierno en una lucha incansable contra la banda terrorista hasta conseguir su disolución.
Carlos García, LA RAZÓN, 14/6/12