EL MUNDO – 21/11/15
· Los ministros de Justicia e Interior abogan por igualar los controles a europeos y extranjeros.
Los ministros de Justicia e Interior de la UE reiteraron ayer en Bruselas «la urgencia y prioridad de poner a punto antes de finales de 2015 un ambicioso registro de la UE de nombres de los pasajeros, que deberá incluir los vuelos interiores en su ámbito de aplicación, prever un plazo suficientemente largo en el cual los datos del registro puedan conservarse en formato no enmascarado y no limitarse a delitos de carácter transnacional».
Según las conclusiones consensuadas entre los Veintiocho, ese registro, PNR en sus siglas en inglés, debe ser ultimado en cinco semanas, aunque se espera que para la próxima reunión, a principios de diciembre, esté hecho casi todo.
«Hay que dar un mensaje de unidad a los ciudadanos europeos en un momento en el que la opinión pública está conmocionada. Estamos trabajando por su seguridad y su libertad. Sabemos qué medidas hemos de adoptar y debemos hacerlo ya. Llevamos numerosos consejos de Interior. Toca ejecutar esas decisiones. Entre ellas la urgencia de poner a punto antes de finales de este año el registro de la UE de nombres de pasajeros», explicó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
El punto 4 del documento es uno de los más controvertidos. En él se estipula que los Estados miembros «se comprometen a aplicar inmediatamente los controles sistemáticos y coordinados necesarios en las fronteras exteriores, también a personas que disfruten del derecho a la libre circulación», dice el texto. «Controles sistemáticos y necesarios para garantizar la seguridad», añadió el ministro español Fernández Díaz.
Francia lo pidió y ha conseguido que se hable de esos controles sistemático a los ciudadanos que vuelvan a casa desde el exterior. A varios niveles. Por un lado, se van a actualizar antes de finales de año «los sistemas de control fronterizo Schengen de los Estados miembros [conexión electrónica a las bases de datos pertinentes de Interpol en todos los pasos de las fronteras exteriores, revisión automática de los documentos de viaje]». Es decir, que no baste con mostrar el pasaporte y que se compruebe la fotografía, sino una revisión que esté en vigor «en marzo de 2016 a más tardar» que implique cotejar bases de datos existentes.
«El Código Schengen ya prevé que se puedan hacer controles transitorios o aleatorios. Sistemático no es eso, ni es permanente. Habrá que definirlo y ver en qué se concreta. Es una nueva figura operativa», explicóFernández Díaz. «Habrá que hacer una revisión selectiva del código, de lo contrario sería imposible. No es derogarlo, sino una reforma puntual. O por una interpretación que todos compartamos».
El ministro español aseguró que no hubo debate sobre controles interiores, pese a que la delegación francesa mostró interés en estudiar la posibilidad.
Pero hay más. Los países están de acuerdo en «llevar a cabo, en el contexto de la actual crisis migratoria, un registro sistemático, que incluya la toma de impresiones dactilares de los nacionales de terceros países que entren ilegalmente en el espacio Schengen, ya sean migrantes o solicitantes de protección internacional, y realizar controles de seguridad sistemáticos utilizando las bases de datos pertinentes, en particular SIS II, las bases de datos de Interpol, el VIS y las bases de datos de las policías nacionales, con el apoyo de Frontex y Europol, y garantizar que los puntos críticos estén dotados de la tecnología correspondiente».
Algo que ya estaba decidido, pero que muchos países no están haciendo. El recordatorio de los ministros tiene dos destinatarios en particular: Grecia e Italia, los principales receptores de refugiados, pero también de inmigrantes, que llegan por tierra y mar. El Consejo, los Gobiernos, piden por escrito a la Comisión que presente una propuesta de «revisión selectiva del Código de fronteras Schengen para permitir las comprobaciones sistemáticas de ciudadanos de la UE, incluida la comprobación de información biométrica en las bases de datos pertinentes en las fronteras exteriores del espacio Schengen, utilizando plenamente las soluciones técnicas sin obstaculizar la fluidez de movimiento».
EL MUNDO – 21/11/15