EL MUNDO – 25/05/14
· La abstención y el auge de los radicales, principales obstáculos para los europeístas.
· La crisis amenaza con pasar factura al favorito, el PPE, que puede perder 60 asientos.
La abstención y el auge de las fuerzas radicales son los dos enemigos que han de batir los europeístas en estas elecciones europeas. No hay un día como el de hoy para tomar el pulso a la ciudadanía, calibrar hasta dónde llega el desencanto por Europa y extraer conclusiones sobre las políticas adoptadas durante los últimos cinco años.
Casi 400 millones de ciudadanos podrán votar hoy entre un enorme abanico de opciones políticas que aspiran a obtener representación en la Eurocámara, aunque las previsiones apuntan a que ni siquiera la mitad de los electores se acercará a las urnas y que la participación podría incluso batir su peor marca, del 43% en las últimas elecciones.
Los últimos sondeos publicados indican que el Partido Popular Europeo (PPE) será una vez más la familia predominante en el Hemiciclo, aunque la factura de la crisis puede salirle cara: se espera que pierda alrededor de 60 asientos, en su mayoría correspondientes a los grandes países donde ha gobernado en los últimos años, España entre ellos. Los socialistas serán los segundos, pero lograrán una mayor presencia y podrían superar los 200 asientos, mientras que los Liberales (ALDE), con alrededor de 60 escaños, serán la tercera fuerza, aunque también una de las más castigadas.
Frente a este gran bloque de fuerzas tradicionales habrá un aumento significativo de Los Verdes y la Izquierda Unitaria Europea, que aparecen como alternativas moderadas a la hegemonía bicolor que ha predominado en las últimas dos décadas. La gran incógnita que se despejará esta noche es la penetración que lograrán tener los movimientos radicales, de izquierdas y de derechas, y que podrían complicar la gobernabilidad del Parlamento Europeo en los próximos cinco años, claves para avanzar hacia una mayor integración.
Fuentes de la Eurocámara recuerdan que más de 30 partidos nuevos, muchos de ellos de corte euroescéptico, podrían ganar al menos un asiento, por lo que se espera que la bancada de los no inscritos doble su tamaño respecto a la anterior legislatura. En todo caso, el resultado que salga en los cinco mayores países de la UE será decisivo en el escenario final. Al fin y al cabo, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España se reparten casi la mitad de los escaños (370 de 751).
ALEMANIA.
La CDU de Angela Merkel será de nuevo el partido más votado en Alemania, con un 38% de los votos, según los datos que maneja el Parlamento Europeo en base a distintas proyecciones. No obstante, su predominio no será tan aplastante como en las elecciones de 2009, cuando sacó casi 20 puntos a los socialistas. En esta ocasión, se espera que el SPD –cuyo líder, Martin Schulz, es candidato a presidir la Comisión Europea– pueda reducir a 10 puntos esa desventaja, robándole a los democristianos unos cinco asientos. En un país donde la participación en las dos últimas ediciones (2004 y 2009) se ha situado en el 43%, la atención va a volcarse también en el resultado que pueda conseguir Alternativa por Alemania, un partido euroescéptico que, según los últimos sondeos, podría entrar por primera vez en el Hemiciclo con seis asientos.
FRANCIA.
Puede ser la gran sorpresa de esta noche electoral. El Frente Nacional de Marine Le Pen, un partido de extrema derecha que pide restablecer las fronteras y poner fin a la libre circulación en Europa, sería el grupo más votado, con un 24%, que le procuraría unos 23 escaños. Su alianza con otros grupos de corte radical –entre ellos el PVV holandés de Geert Wilders y el FPÖ austriaco– le daría además el tamaño suficiente para formar un grupo propio dentro del nuevo Parlamento Europeo. Habrá que ver si sucede como en Holanda, donde las expectativas de una victoria de la extrema derecha se han desvanecido con los primeros sondeos a pie de urna (los holandeses votaron el jueves), pero en todo caso el resultado de Le Pen será el gran foco de atención esta noche. Se espera, además, un batacazo de la UMP (inscrito en el Partido Popular Europeo) que podría perder hasta 10 escaños y un resultado similar al de 2009 de los socialistas (en torno a 14 puestos).
REINO UNIDO.
Los electores británicos mostraron el jueves su descontento con la Unión Europea con una participación de apenas el 33%. No ha habido sondeos a pie de urna y el resultado no se conocerá hasta esta noche, pero todo apunta a que será el Partido de la Independencia británico (Ukip) quien obtenga el mejor resultado, con alrededor de 24 asientos. Su líder, Nigel Farage, es un viejo conocido en las instituciones europeas por su discurso antieuropeo y contrario a la inmigración. El gran batacazo se lo darán los liberales europeístas de Nick Clegg, que podrían quedar relegados a la quinta fuerza del país. La familia liberal europea (ALDE) tendrá que tratar de compensar esta pérdida en otros países, quién sabe si aprovechando el aumento de escaños que se espera en España para UPyD. Los conservadores británicos del primer ministro, David Cameron, también perderán un importante número de asientos en favor de los laboristas, que podrían pasar de 13 a 22 escaños.
ITALIA.
Puede ser otro ejemplo del surgimiento de fuerzas alternativas con una dudosa proyección europea. El Movimiento Cinco Estrellas, de Beppe Grillo, aspira a lograr 19 o 20 escaños en el nuevo Hemiciclo; mientras L’Altra Europa, un partido de izquierda radical hasta ahora inédito, podría lograr otros tres asientos. La otra gran incógnita en Italia es el resultado que obtendrán las fuerzas conservadoras y cómo podrán casar después en la familia popular que encabeza Jean-Claude Juncker. Las coaliciones tradicionales parecen deshechas y Fuerza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, podría perder algo de fuerza respecto a 2009. Este país es uno de los que tradicionalmente ha registrado mejores datos de participación. Habrá que ver si la crisis y el descontento impiden superar el 65% de los últimos comicios.
BENELUX.
Los sondeos a pie de urna en Holanda apuntan a un resultado peor de lo esperado del partido de extrema derecha de Geert Wilders, mientras que en Bélgica el también radical Vlaams Belang perderá posiblemente representación. Con esa incógnita despejada, no habrá grandes sorpresas en una de las zonas donde mayor fuerza tiene el europeísmo. Será interesante ver qué apoyo obtiene Jean-Claude Juncker en su país, Luxemburgo.
PAÍSES NÓRDICOS.
Los conservadores de Dinamarca y Suecia perderán fuerza frente a otras opciones más críticas con la UE, como el Partido Popular danés y, aún más radicales, los demócratas suecos. En Finlandia, los liberales de Olli Rehn revalidarán su liderazgo.
DESENCANTO DE LOS PIGS.
La desilusión europea se medirá muy bien en los llamados PIGS, especialmente con el resultado en Grecia, donde se espera un fuerte rechazo a la Troika con una aplastante victoria de Syriza, que obtendría de golpe siete escaños. En Portugal no habrá sorpresas, con un reparto equilibrado de socialistas y conservadores; mientras que en Irlanda repetiría como más votado el Fine Gael de Enda Keny, que podría ser uno de los tapados para presidir la Comisión.
ESTE Y PAÍSES BÁLTICOS.
Los países de Europa del Este y los Bálticos darán entrada a partidos de corte nacionalista y nuevas formaciones minoritarias que pueden tener mucho que decir ante la crisis en Ucrania. Las fuerzas radicales de extrema derecha han quedado anuladas en la mayoría de estos países y Polonia, con casi tantos escaños como España, proporcionará una buena suma al Partido Popular Europeo.
EL MUNDO – 25/05/14