EL MUNDO – 26/03/16
· Maura cree «absurdo» cargar contra el cesado los problemas internos de Podemos.
· Podemos Euskadi ha levantado la voz por primera vez contra Pablo Iglesias por la decisión que adoptó el pasado día 15 de marzo de destituir de forma fulminante al secretario de Organización Sergio Pascual.
Diez días después y en vísperas del primer Aberri Eguna en el que Podemos Euskadi contará con su propio acto, el diputado Eduardo Maura, miembro de la dirección en el País Vasco y secretario de Cultura y Formación en Madrid, destacó el trabajo realizado por Pascual, calificó de «absurdo» responsabilizarle de los problemas internos que sufre la formación morada y denunció las «formas» utilizadas por Iglesias para destituirle.
Maura ha sido el encargado de hacer público un secreto a voces sobre el enorme malestar que en Podemos Euskadi se ha acumulado en las últimas semanas por las decisiones encabezadas por Pablo Iglesias. El diputado es desde el pasado 7 de marzo el número dos de la dirección en el País Vasco liderada por Nagua Alba pero Maura, por su experiencia y trayectoria, constituye el referente con más peso interno de Podemos.
Él fue el encargado por Iglesias y Errejón para asumir la gestión de Podemos en Euskadi cuando el primer secretario general, Roberto Uriarte, decidió abandonar el 8 de noviembre de 2015 su cargo junto a la mayoría de la dirección del partido por sus enfrentamientos con el «aparato» personalizado en Sergio Pascual. Tras la destitución del secretario de Organización, el pronunciamiento público de Maura evidencia el distanciamiento entre los líderes territoriales de Podemos y su secretario general.
«Las formas no me gustan, hay mejores maneras de cesar a alguien y creo que hay maneras de gestionar ese tipo de cuestiones», defendió Maura en una entrevista concedida a Efe. El criterio discrepante de Maura respecto a la destitución fulminante de Pascual va mucho más allá de las formas. El diputado vasco alabó el «ingrato» trabajo realizado por el ex secretario de Organización ya que consideró que lo había hecho «francamente bien». Maura reconoció los «problemas territoriales» que sufre su partido que, en su opinión, hunden sus raíces en el crecimiento organizativo con varias citas electorales consecutivas. Tachó de «absurdo» responsabilizar a Pascual como «único responsable de todos esos problemas», que fue la decisión adoptada por Iglesias al ejecutar su salida y nombrar a Pablo Echenique.
Maura, además, reveló que desde Podemos Euskadi ya se había planteado a Pascual el objetivo de conformar una federación en la que la dirección en el País Vasco tendría más autonomía respecto a Madrid para evolucionar hacia un modelo federal. El diputado vasco confía en que Pablo Echenique también apoye esta propuesta que incluiría constituir consejos ciudadanos provinciales con capacidad decisoria. Un modelo descentralizado incluso dentro de Podemos Euskadi que respondería a la capacidad competencial de las diputaciones vascas y sus parlamentos forales y que se asemeja al que históricamente ha mantenido el PNV, el gran rival de Podemos en el País Vasco.
Ada Colau ha elevado esta semana la temperatura de su política de gestos contra el Ejército al reclamar al Ministerio de Defensa que detenga las maniobras que sus uniformados realizan puntualmente en el parque de Collserola.
La petición del Ayuntamiento de Barcelona, apoyada por todos los grupos municipales a excepción de Ciutadans y PP, llega sólo tres semanas después de que la alcaldesa aprovechara la presencia de cámaras de televisión en el salón de la Enseñanza para censurar en público que el Ejército tuviera un puesto junto a otras ofertas educativas destinadas a jóvenes. El Ministerio, por su parte, no ha eludido el choque y ha situado las prácticas en Collserola como «imprescindibles» para que sus unidades «estén preparadas para hacer frente y combatir el terrorismo yihadista y cualquier amenaza».
El Batallón Barcelona IV/62 del Ejército realiza varias veces al año entrenamientos que consisten en marchas de sus soldados por algunas de las sendas que recorren Collserola, una zona montañosa situada al norte de Barcelona y donde están instalados varios centros educativos y zonas residenciales. Los soldados que participan en ellas no realizan ninguna práctica de tiro, ni con munición real ni con cargas de fogueo. Los ejercicios, en los que participan los denominados cazadores de montaña cuya base está en el cuartel del Bruch, reciben con la misma puntualidad críticas de los partidos políticos contrarios a la más mínima presencia militar en la ciudad.
Barcelona en Comú (BComú), la formación que lidera Colau, no ha desaprovechado su ocasión este año y, aludiendo a las denuncias presentadas por 13 centros educativos que estaban en horario lectivo a la hora en la que se realizaron las maniobras, instó una proposición contra la presencia de los militares que fue aprobada con el apoyo de PSC, ERC y la CUP. La decisión municipal vino precedida, también, por la difusión a través de las redes sociales de imágenes de soldados que, equipados con todo el material a sus espaldas y con fusil, permanecen agazapados en las lindes de caminos que suelen atravesar ciclistas o corredores de montaña.
Para sostener la petición del Ayuntamiento, el teniente de alcalde Jaume Asens bautizó a la capital catalana como una «ciudad comprometida con la cultura de la paz y el rechazo de las armas». El Consistorio también reclamó «el respeto al entorno» para alejar al Ejército de Collserola, en especial de las zonas cercanas a los centros educativos. Tal y como sucedió en el caso del salón de la Enseñanza, el Ministerio de Defensa no ha eludido el conflicto y el jueves, un día después de recibir la petición del Ayuntamiento, anunció que seguiría con las maniobras pese al veto de Barcelona, ya que hace dos años llegó a un acuerdo con los municipios colindantes. «Las maniobras son acordes con el entorno, causando el mínimo impacto en la naturaleza y la menor molestia posible a la población civil», sostuvo Defensa.
EL MUNDO – 26/03/16