Juan Mari Gastaca, EL PAÍS, 30/10/11
Urkullu proclama el fracaso de la banda y de la izquierda ‘abertzale’ – Los cabeza de lista avisan de que la industria «ahora no se relanzará por sí sola»
Ante un auditorio de marcado acento empresarial, salpicado por la lógica representación política, el PNV aprovechó ayer, en el Fórum Tribuna Euskadi, la presentación de sus cabezas de lista en los tres territorios vascos ante el 20-N para definir con nitidez dos mensajes, a los que sustentó con diferente voz. Así, dejó para su presidente, Iñigo Urkullu, la oportunidad de proclamar con rotundidad que «ETA y la izquierda abertzale han fracasado», mientras los candidatos Josu Erkoreka (Bizkaia), Arantza Tapia (Gipuzkoa) y Emilio Olabarria (Álava) justifican «la garantía» de su partido para «gestionar asuntos en interés de Euskadi».
En el arranque de una apretada jornada que se fue complicando para el PNV por su decisión de no secundar en los ayuntamientos de Euskadi la satisfacción que supone la llegada de la paz, y como si ya imaginara la cascada de interpretaciones que iba a provocar su alejamiento del consenso con el lehendakari, Urkullu fue tajante al referirse a la nueva situación: «Tras años de dolor y sufrimiento, ETA y la izquierda abertzale no han conseguido nada, han fracasado». Y, además, les emplaza a «reconocer el daño causado y a pedir perdón», añadió el presidente del PNV en un tono rotundo.
Consciente de que existe un fundado riesgo de que la interpretación política sobre el escenario de paz favorezca al entorno de Bildu-Amaiur, precisamente su rival más directo en las elecciones generales ahora y autonómicas después, Urkullu subrayó que «hay que desterrar cualquier beneficio de duda sobre si ETA o la izquierda abertzale han vencido: sólo han llenado cementerio y cárceles. No han conseguido nada y después de 34 años vienen al terreno en el que siempre hemos estado nosotros. Bienvenidos sean, pero los conversos a la cola», advirtió.
Aclarada políticamente la posición sobre el nuevo escenario, Josu Erkoreka aprovechó el clima para abordar la vertiente económica. En su intervención, avisó de que los consumidores de todo el mundo «no comprarán los productos vascos por el mero hecho de que ETA haya decidido cerrar la persiana», sino, añadió, «porque sean los mejores y más baratos que los de sus competidores».
Para el portavoz parlamentario del PNV en Madrid, «no hay que relajarse». En su tono de fácil comprensión aseguró que «sería un inmenso error relajar la tensión social, institucional y empresarial que nos ha traído hasta aquí, confiando en que la desaparición de la violencia lo hará todo».
Pero en un acto inspirado para proyectar la imagen del partido convocante, sus candidatos no desaprovecharon la ocasión de recordar la «garantía» que representa el PNV para el electorado. Emilio Olabarria lo identificó, de hecho, como un valor bursátil que garantiza la rentabilidad y para ello se apoyó en la conquista de los 1.265 millones durante la actual legislatura en materia de transferencias arrancadas al débil Gobierno Zapatero, como recordó el propio diputado alavés.
En el caso de la debutante Arantza Tapia quedó el recuerdo de la sorprendente alusión al empuje evidenciado en su día por el entonces lehendakari Juan José Ibarretxe cuando en el Congreso defendió, en nombre del Parlamento vasco, el plan soberanista que encarnaba. Para ella, el «modelo económico típico español» supone «una rémora» para Euskadi e, incluso, cree que las políticas de Bildu en Gipuzkoa se parecen «en exceso a las del Estado».
Juan Mari Gastaca, EL PAÍS, 30/10/11