- Tras su anuncio de eliminar de cara al 20-N todo vestigio franquista, se da por descontado que procederá al cierre inmediato de TVE, EFE y Radio Nacional
Se trata de una de las estrategias más sobadas y facilonas del sanchismo: si la cosa se pone muy chunga, sacamos a Franco a pasear.
Con un nuevo hito corrupto aflorando cada día, la atmósfera se va volviendo enrarecida para el PSOE. Así que Sánchez ha puesto ya a calentar por la banda a su ministro sin cartera: Franco. Anuncia que al hilo del 50 aniversario de su muerte dará una vuelta de tuerca definitiva para «retirar de una vez por todas» de las calles españolas los últimos vestigios franquistas.
La noticia ha supuesto una alegría para la multitud de españoles que estamos hasta la zanfoña del inmisericorde cañón de propaganda goebbelsiana que forma la tripleta TVE, RNE y EFE. Y es que a tenor del anuncio de Sánchez demos por descontado que procederá a la clausura inmediata de estos tres monumentos vivos del franquismo.
Radio Nacional de España fue fundada en enero de 1937 en Salamanca. Y me temo que no la puso en marcha Largo Caballero, o La Pasionaria. Su impulsor fue -horror progresista- el general Millán Astray, destacado militar del bando franquista, jefe de su Oficina de Prensa y Propaganda durante la Guerra Civil y fundador de la Legión. Lógicamente, el presidente progresista, ecologista y feminista no va a permitir que una entidad con tan oprobioso origen siga abierta ni un minuto más. Abur Radio Nacional de España, que será sustituida por un canal en vasco de la ETB.
Sánchez ha colocado al frente de la Agencia EFE al que era su secretario de Estado de Comunicación durante la pandemia, a fin de asegurarse de que esa casa reme con el debido rumbo. Pero, ay, Miguel Ángel Oliver se va a ir pronto -o a Ferraz con las chistorras, o alguna empresa pública- pues es inminente el cierre de EFE con motivo del 50 aniversario de la muerte de Franco. EFE fue fundada el 3 de enero de 1939 por el Gobierno de Burgos. Su impulsor directo fue Serrano Suñer, el cuñado de Franco y entonces ministro del Interior, quien en su día explicó en una carta que el nombre de la agencia atendía a la «F» de Falange. Pedro, hay que cerrar eso mejor hoy que mañana y crear una Agencia Begoña, que aporte la debida perspectiva de género con ella de presidenta.
TVE es hoy el buque insignia del cañón mediático del sanchismo. Allí jamás se pone el sol a la hora de hacer propaganda. Se desayuna con Intxaurrondo, una tipa que se dedicó en su día a poner a parir en antena a los periodistas y medios que desvelamos la flagrante corrupción socialista. Se toma el aperitivo con Javier Ruiz, un tipo que llega a ilustrar con imágenes de Ayuso sus diatribas sobre el cribado del cáncer en Andalucía; o que permite que una tertuliana que es su novia suelte la burrada de que hay que ilegalizar a Vox. Para la siesta, más intoxicación con Gonzalo Miró. Después, la sonrisa del régimen, Cintora. Y a la noche, el bufón oficial de Sánchez, Broncano. Al que le haya sabido a poco el despliegue, tiene al comisario Fortes en el Canal 24 horas y unos telediarios donde los titulares sobre las tinieblas del sanchismo se ventilan corriendo más rápido que Usain Bolt.
TVE también ha de ser cerrada dentro de la campaña del líder supremo contra los estremecedores «vestigios del franquismo», que hacen que los españoles no puedan conciliar el sueño con normalidad. Fue fundada en 1956, dependiente del Ministerio de Información y Turismo. Su primera emisión comenzó así: «Hoy, día 28 de octubre, domingo, día de Cristo Rey, a quien ha sido dado todo poder en los cielos y en la tierra, se inauguran los nuevos equipos y estudios de la Televisión Española». Lo cual a mí me parece muy bien. Pero imagino que a Sánchez, Intxaurrondo, Fortes y compañía les provocará cólicos nefríticos. Así que, avanti, Don Pedro, cierre urgente de TVE (y alivio infinito para más de la mitad de los españoles, que somos forzados a soportar que se dilapide nuestro dinero en la más burda propaganda partidista).
Por supuesto el cierre de TVE, EFE y RNE no debe ser más que el principio para erradicar «de una vez por todas» la más mínima sombra del franquismo. Queda mucho curro. Hay que seguir: hay que derribar los pantanos y numerosos barrios de viviendas sociales que construyó el innombrable, los edificios de la Seguridad Social que datan de su época; El Corte Inglés, fundado en 1940; los museos creados por el franquismo, y quemar los discos de los Bravos, Massiel, los Pekenikes… y las pelis de Berlanga, Fernán Gómez, Juan Antonio Bardem, y el Pascual Duarte de Cela… todo eso forma parte de una infame «memoria» de la que no debe quedar rastro.
España era una porquería hasta que en junio de 2018 llegaron Don Pedro y Don Ábalos y crearon la nación de naciones plural, diversa, socialista, ecologista, feminista, chistorrista y nepotista. Y punto y final. Así se escribe la historia.