EL PAÍS, 10/1/12
Reclaman «valentía» a Justicia y que se aplique «la legislación ordinaria»
La sucesión de voces abertzales escuchadas ayer coincidió en reclamar al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que «dé pasos» encaminados a flexibilizar la actual política penitenciaria, a que critican por «injusta» y «atentatoria contra los derechos de los presos de ETA». Egin Dezagun Bidea, convocante de la multitudinaria marcha del pasado sábado en Bilbao, la izquierda abertzale y Aralar exigieron «soluciones» al ministro, tras su paso por Vitoria donde rechazó la posibilidad de salidas globales a los etarras encarcelados.
Convocada una cadena humana el día 27 por presos y refugiados en Bilbao
Incluso, la plataforma que propició la manifestación también se dirigió a quienes no acudieron para decirles que es el momento de «pasar de las palabras a los hechos» y «mostrar respeto a movilizaciones tan gigantescas». Beñat Zarrabeitia, que actuó de portavoz, lamentó que algunas formaciones políticas «hayan intentado condicionarla» y les pidió que actúen con «responsabilidad y madurez».
Mientras, el coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, pidió a Gallardón que aporte «soluciones» a la cuestión de los presos de ETA, en lugar de «hablar de dificultades, pegas y límites». Así lo dijo al valorar ayer en la Ejecutiva de su partido, en San Sebastián, la manifestación del pasado sábado que, a su juicio, significó «un nuevo punto de inflexión en la historia de Euskal Herria». Para Zabaleta, las apreciaciones del ministro miran «hacia el pasado» y no «hacia el futuro». En su opinión, es «posible» solucionar la cuestión de los presos de ETA a través de medidas que «se han dado siempre en la finalización de los conflictos que han tenido expresión armada», añadió. Para Aralar, de hecho, «la solución del conflicto se sitúa ahora en dar una salida al problema de los presos». Zabaleta mantiene que «al ser los presos y refugiados consecuencias del conflicto, tenemos que buscar una solución a su problemática, porque es responsabilidad de toda la sociedad. No podemos mirar a otro lado», indicó ayer ante la prensa.
Desde la izquierda abertzale, por su parte, se ha urgido a Gallardón a «abandonar la política penitenciaria de excepción» que entiende se aplica «de forma colectiva» a los presos de ETA, y someterles a la «legislación ordinaria» que «posibilite el respeto de sus derechos». Según recogen en su comunicado, esto conllevaría la «inmediata puesta en libertad de todos» los que tengan «su pena cumplida» y la de los que se encuentran gravemente enfermos. Además, reclaman el traslado a cárceles vascas de todos ellos.
La antigua Batasuna pide al Gobierno del PP que «abandone posturas inmovilistas» y se convierta en «agente por las soluciones». Como primer paso para ello, considera que debe poner fin a la política penitenciaria que se aplica a los presos de la banda terrorista, que consideran la «máxima y más flagrante vulneración de derechos que a día de hoy se realiza contra ciudadanos vascos».
A su vez, el movimiento ciudadano de Bilbao en favor del acercamiento de los presos de ETA, denominado Bilboko Herri Bilgunea, ha organizado una cadena humana el próximo 27 de enero, en la Plaza del Arriaga de la capital vizcaína, a partir de las 19.30 horas para «moverse en favor de los derechos de los presos y refugiados».
Por contra, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha denostado la manifestación en favor de los presos de ETA y dice que «sólo una sociedad democrática y éticamente enferma» puede tolerar «impávida» que en sus calles se griten consignas a favor de criminales.
[El juez de la Audiencia Nacional Fernando GrandeMarlaska dejó ayer en libertad sin medidas a los cinco vecinos de Erandio (Bizkaia) imputados por un delito de enaltecimiento al incluir una foto del Arrano beltza y un mensaje de apoyo a presos de ETA en el programa de fiestas de la localidad. Así lo han informado fuentes jurídicas una vez que el magistrado les haya interrogado por la mañana a los cuatro integrantes de la directiva de la asociación cultural Hegoalde y el presidente de la comisión de fiestas de Erandio.]
EL PAÍS, 10/1/12