Miquel Giménez-Vozpópuli
- RTVE no tiene audiencia ni se la espera. Por eso, proponemos una solución
Que la camarada Mateo y su comisario Hernández han hundido al Ente es comprobable a poco que uno sepa sumar y restar. Del segundo, que lo ignora todo del medio, nada había que esperar. De la primera, justamente lo mismo, pero conociendo la casa. Repasemos. El programa matinal de la meteoróloga ni siquiera ha llegado al diez por ciento de share con apenas trescientas mil almas que se dignan verlo. A años luz de Ana Rosa. Al concursito de La Trinca – Mainat, a pesar de ser un lazi convencido, no tiene reparos en llevarse la pasta de la televisión española – lo han tenido que barrer de la parrilla porque no lo veía ni el tato.
Los telediarios quedan muy por detrás de los informativos de Antena Tres, el más visto con casi un veinte por ciento de audiencia. Y aunque nos quieren vender a bombo y platillo fichajes como Cintora o el nuevo La Primera Pregunta, que se estrenó y se estrelló con un mísero 5’1 de share, la cosa pinta tuina. De las mil personas humanas que vieron la entrevista de Gemma Nierga a Puigdemont en el Cafè d’Idees del circuito catalán prefiero no hablar, porque quiero a Gemma.
Visto lo visto, el menda, en su humilde presencia, tiene la solución. Camarada Mateo, copie a Vasile. Una sola idea, exprimida hasta la náusea, que se retroalimente, cree polémicas cutre salchicheras, excite las bajas pasiones y nos ahuyente del funesto vicio de pensar. Sé que es lo que usted intenta, pero se ha equivocado de estrategia. Por muchos debates pavisosos, por mucha productora amiguita a la que le dé un pastizal para que haga bodrios sinsustancia por contentar a la inmensa legión del qué hay de lo mío y, a la vez, petarlo, no lo conseguirá. He aquí lo que propongo: el Sálvame, pero con políticos.
Gran Hermano en la mansión de Galapagar
Podríamos empezar con un Gran Hermano en la mansión de Galapagar. Confinaríamos a diputados torrentianos, tipo Ábalos, e Irene Montero decidiría quienes son expulsados por cometer micromachismos, miradas lúbricas a pósteres de camioneros o frases tales como “Tienes tres mil pesetas de taxi entre cadera y cadera”, genialidad que dijo en su día mi admirado y nada políticamente correcto Carlos Herrera, el Mito Viviente. Así, la ministra conciliaría vida familiar y propósito político. De ahí ya le salen al menos dos o tres debates que podría conducir la Mega Chiqui, con ese gracejo que Dios le dio. Está también el formato Supervivientes, consistente en meter en una isla desierta a muchos separatas en taparrabos o tapa chichis, que no quisiera pecar de sexismo, con personajes como Puigdemont, Torra, Mas, Marta Rovira, Anna Gabriel, Laura Borrás, un CDR con una mala tarde, en fin, usted ya me entiende, camarada Mateo. Ah, y Pilar Rahola de moderadora, no lo dude, que iría comentando con finos analistas tipo Juliana si hay rollo entre este y esta o si aquel ha traicionado a sus compañeros comiendo a escondidas. Una buena manera para que muchos de los golpistas salieran del hotel rejas en plan reinserción, mejor que ese indulto que no entiende nadie con dos dedos de frente.
Puestos a tirar el dinero de los españoles, prefiero ver a Puigdemont atrapando tortugas en Costa Rica que hablando desde su comodidad belga con aires de marisabidillo
¿Y qué me dice de los debates de colorines? Que si un Sálvame rojo para Errejón, Echenique, Monedero y el alcalde de Marinaleda, que si uno morado para las ex novietas del Vice maduro, que si uno amarillo para los lazis que no le quepan en la isla del Supervivientes, que si uno negro, muy negro, negro como sus almas, para los batasunos a los que quiere tanto Su Persona. Hablando de Él, ¿qué tal un programa de monólogos protagonizado por Sánchez de tres horas de duración todas las madrugadas, cuando las otras teles solo ofrecen teletiendas en las que venden burras sin patas o cartománticos que predicen el futuro a través de una sarta de mentiras? Ya no le digo si organiza un Club de la Comedia con Simón de estrella metiéndose el dedito en el apéndice nasal o Illa farfullando que no puede decir a quién se le compran las cosas sanitarias. Repito, lo peta usted, en serio. Si le faltan espacios musicales, ahí tiene usted a Iceta, que en un Mira con quién baila el PSC sería un escándalo, o un Tu jeta me suena, donde los políticos sociatas de los ERTE podrían darlo todo. Bien, llevárselo, queríamos decir. Si con eso no expulsan al Rey y traen la república bolivariana, yo ya no sé.
Consúlteselo a Iván Redondo y verá como le da el plácet. Puestos a tirar el dinero de los españoles, prefiero ver a Puigdemont atrapando tortugas en Costa Rica que hablando desde su comodidad belga con aires de marisabidillo. Puesto que el vulgo las paga, es justo hablarle en necio para darle gusto, que dijo el clásico. Luego no se queje de que no le damos buenos consejos. O, peor todavía, que no se podía saber.