.A. Fernández-El Confidencial
Entre los agitadores han cobrado especial relevancia algunos personajes que años atrás habían estado vinculados a acciones violentas
La calle es de quien se la trabaja. Esa es la filosofía de los círculos independentistas autónomos que en las últimas semanas han tomado la iniciativa en Cataluña y que pretenden movilizar a la ciudadanía ante lo que consideran pasividad del Govern o de los partidos parlamentarios. Incluso la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural han dejado de ser el motor de la movilización para dejar el ‘agit prop’ en manos de determinados círculos radicales, muchas veces coordinados con los comités de defensa de la república (CDR), el brazo ‘armado’ de la CUP.
Pero entre los agitadores han cobrado especial relevancia algunos personajes que años atrás habían estado vinculados a acciones violentas. Desde círculos independentistas, se afirma que los casos por los que fueron condenados actuales activistas son de hace muchos años y hoy ya están jubilados. Pero lo cierto es que vuelven a tomar el timón del barco y a ser más protagonistas que nunca, porque los viejos roqueros nunca mueren. Es el caso de Frederic Bentanachs, más conocido como Fredi Bentanachs, uno de los fundadores de Terra Lliure, que es uno de los motores de las milicias ciudadanas que quieren tensar las calles para echar de Cataluña a “los españoles” y frenar “el fascismo”. El pasado 24 de julio, el exterrorista colgaba en Twitter: “Molt honorable president Torra, conseller Buch. Los culpables son los nazis españoles. O los Mossos actúan o lo haremos el pueblo. Parémoslo ya”. Un aviso en toda regla de tomarse la justicia por su mano ante el supuesto “aumento de agresiones fascistas contra independentistas”. Un aumento, por cierto, falso, ya que según los números de la Consejería de Interior, las agresiones a independentistas han disminuido en los últimos meses.
Pero eso poco importa. Ese mismo día, Bentanachs lanzaba otra proclama: “Comenzamos la campaña, destruyamos el españolismo fascista. Fuera de nuestra tierra”. Un mensaje objetivamente xenófobo. También retuiteba recientemente un editorial del portal soberanista Vilaweb que llevaba el sugerente título de ‘La violencia españolista’. Sobran las palabras. El pasado fin de semana, el ‘president’ de la Generalitat, Quim Torra, anunciaba fuertes multas para los que retiren lazos amarillos, asimilando que los que lo hagan están lanzando un mensaje de odio. Precisamente habla de odio él, que el pasado mes de mayo fue denunciado ante la Fiscalía de Cataluña por el Movimiento contra la Intolerancia precisamente por un delito de odio, derivado de sus tuits y artículos llenos de frases y proclamas xenófobas y racistas contra los españoles.
Tardà, Guardiola, Llach…
Todo forma parte de una única campaña. Torra no debe haber visto en vídeos el talante y el carácter del propio Bentanachs. Para empezar, según los escritos de sus propios camaradas, fue entrenado por terroristas de ETA en los años setenta. De hecho, uno de sus maestros fue Domingo Iturbe Abasolo, alias ‘Txomin’. Por pertenencia a banda armada, pasó cuatro años y medio de prisión.
El exterrorista había militado en el pequeño partido Estat Català, donde creó tensiones junto a un grupo de militantes que en aquel momento tonteaba con ERC, donde Josep Lluís Carod-Rovira estaba reclutando a exmiembros del grupo terrorista. “Este personaje, que a lo largo de su vida ha sido protagonista de innombrables disputas dentro del independentismo, básicamente dentro de la izquierda independentista, y que ha estado involucrado de una manera u otra en las principales divisiones y escisiones producidas dentro de la izquierda independentista en los últimos 30 años y que hasta hace poco se hacía pasar por secretario general de Estat Català, ahora se ha pasado directamente a ERC”, escribía en 2008 Josep-Dencàs, un seudónimo que escondía a dirigentes de EC. Para entonces, Bentanachs formaba parte del Collectiu 1 d’Abril pel Debat i l’Audodeterminació, que intentaba asaltar la cúpula de ERC para iniciar una revolución desde ese partido, entonces en el poder, aunque él nunca reconoció estar afiliado a este partido y sí, en cambio, a Solidaritat Catalana per la Independència (SI).
Bentanachs presume de amigos en la red. Así, presume de amistad con, entre otros, el diputado de ERC Joan Tardà. Con él se inmortalizó en una imagen el 20 de septiembre pasado frente a la Consejería de Economía, donde una comitiva judicial estaba registrando las dependencias. Curiosamente, el exterrorista llevaba ese día una camiseta de los ‘miquelets’, un grupo fascista utilizado históricamente para represaliar a los demócratas. Otra de las instantáneas más conocidas, no obstante, es una fotografía en la que aparece abrazado al entrenador Pep Guardiola y al cantante y exdiputado Lluís Llach. En una de las redes sociales donde suele aparecer, tiene agregados como amigos al vicepresidente catalán, Pere Aragonès, a la consejera de Justicia, Ester Capella, o a altos cargos como David Minoves, Miquel Gamisans… y la cantante Mónica Green.
El siniestro ‘pacifismo’
El ‘pacifismo’ de Bentanachs queda patente en otra de sus recientes acciones: el pasado 8 de junio, fue uno de los ultras que impidieron un acto sobre Cervantes en la Universidad de Barcelona, organizado por Sociedad Civil Catalana. Conforme se aprecia en los vídeos, Bentanachs estaba en primera línea propinando empujones para evitar que el acto se pudiera llevar a cabo. Un siniestro ‘pacifismo’ también presente en otra de sus frases de este mes de julio: “Tabarnia es una organización terrorista con sede en la FAES y PP, Ciudadanos, PSC. Es preciso actuar para encarcelarlos y desarticularlos”, advertía a finales de mes. Un mensaje muy similar al que lanzaba Carles Puigdemont, que tachaba de terroristas a los que arrancan lazos amarillos. Y añadía el exmiembro de Terra Lliure: “¡¡No quedaremos ni callados ni pasivos ante los ataques terroristas del grupo terrorista Tabarnia auspiciados por España!!”. De hecho, Tabarnia es solo una entelequia y ni siquiera da nombre a un grupo. En realidad, existe una plataforma de apoyo a Tabarnia, pero no hay ningún grupo político que se llame de esa manera. Además, su propia definición es que la entelequia de Tabarnia (un imaginario territorio de algunas comarcas catalanas que quieren independizarse de Cataluña para seguir formando parte de España) fue un modo de situar al independentismo frente a sus propias propuestas. Es un espejo que devuelve al separatismo la imagen que este proyecta, sea grotesca o no.
En un artículo del pasado 29 de julio, Bentanachs aseguraba que “el Estado español y ciertos partidos unionistas quieren sembrar el terror con agresiones violentas contra el pueblo y la democracia, contra los lazos amarillos y todo lo que representan (…) Ciudadanos, PP y PSC son los agresores, no nos confundamos, son los que mantienen a los rehenes y a los exiliados políticos, son los que permiten las prevaricaciones judiciales contra el criterio de los tribunales europeos y los derechos humanos (…) El 1 de octubre fue legal y de obligado cumplimiento, y fue ilegalmente y brutalmente reprimido por los ‘piolines’. Los lazos amarillos también nos recuerdan todo esto, sacarlos es intolerancia, represión y violencia. Somos república y no lo hemos de olvidar nunca. Donec perficiam”. Claro que todo esto lo dice alguien que se autodenomina “exmiembro fundador de Terra Lliure y represaliado político”. Toda una oda al odio y la intolerancia.
Y en otro artículo titulado ‘Rabia’ señalaba: “Ahora exigimos la retirada de los símbolos españoles, la liberación incondicional y el libre retorno de los exiliados y que el rey Borbón pida perdón al pueblo catalán. Eso es exactamente lo que ganó el 21-D (…) Pese a quien pese, no hay marcha atrás (…) La rabia es la fuerza del pueblo caminante hacia la victoria. Continuamos. Donec perficiam”. Pues a rabiar toca.
El imprescindible amigo sindicalista
Pero no es el único terrorista que quiere controlar la calle. Carles Sastre, condenado por el asesinato de José María Bultó en 1977, cuando formaba parte del grupo terrorista Exèrcit Popular Català (Epoca), es hoy el líder del sindicato Intersindical Confederació Sindical de Catalunya (CSC), que es quien ya dio cobertura legal a las huelgas políticas convocadas los últimos años y que esta semana ha iniciado conversaciones con algunos círculos radicales para convocar otra huelga a comienzos de otoño para apoyar las reivindicaciones independentistas.
Sastre participó también, desde París, donde se encontraba fugado, en la creación de Terra Lliure, y aunque fue condenado a 48 años de cárcel por el asesinato de Bultó (30 años por asesinato y 18 por pertenencia a banda armada), resultó absuelto del asesinato del empresario y exalcalde de Barcelona Joaquín Viola por falta de pruebas, a pesar de que el hijo y la esposa del empresario lo habían reconocido. En 1996, fue puesto en libertad y en 2013 logró ser elegido secretario general de Intersindical CSC, sindicato en el que también ocupa un cargo en la cúpula su hermano.
La ayuda de Sastre en las movilizaciones es fundamental: para conseguir sembrar el caos, los radicales necesitan la cobertura de una huelga general, que ha de convocarse por motivos laborales. Conscientes de ello, esta semana ya se han iniciado conversaciones con el fin de que el sindicato preste la cobertura legal a los radicales con el fin de poder formar comandos con los que cortar las principales vías de comunicación de Cataluña, así como colapsar la ciudad de Barcelona, su puerto, su aeropuerto y la frontera de La Jonquera.