Paloma Esteban-El Confidencial
Alcaldes y concejales de muchas provincias españolas decepcionados con PP y PSOE llaman a la puerta de Ciudadanos en busca de una opción en la que se sienten «más representados»
A ocho meses de que se convoquen las elecciones autonómicas y municipales previstas para mayo de 2019 y solo seis para las andaluzas, decenas de cargos de PP y PSOE en distintos municipios de toda España se han acercado a Ciudadanos para afrontar unos comicios que pueden dar un nuevo vuelco al mapa político. Según ha podido confirmar este diario, cerca de 50 cargos populares, en torno a la veintena de socialistas y otros 30 de partidos independientes han llamado a la puerta de Albert Rivera para sumarse a las filas naranjas. Hay casos en prácticamente todo el territorio: Andalucía, Castilla La-Mancha, Comunidad Valenciana, Cantabria, Castilla y León, Canarias, Aragón o Galicia. Según confirma el partido, se están produciendo «contactos y reuniones» con decenas cargos que ya se han afiliado a Ciudadanos o lo harán formalmente a la vuelta del verano.
En la mayoría de casos, la motivación para abandonar sus partidos de origen son las mismas: decepción, denuncias por falta de ‘limpieza’ ante casos de corrupción y malos resultados electorales tras los que consideran que las cúpulas no tomaron decisiones acertadas. Es el caso del alcalde de Polán (Toledo)—, Alberto Virseda, que arrastra consigo dos mayorías absolutas (2011 y 2015) y que en el pasado mes de abril decidió darse de baja del PP.
Según explica a este diario el también diputado provincial, optó por marcharse tras meses incómodos en los que se vio sometido al señalamiento de su propio partido por hacer «preguntas incómodas», entre ellas, buscar responsabilidades por la sangría que el PP acusó en la provincia de Toledo en los últimos comicios y cuestionar a dirigentes populares que llevan décadas al frente de la formación. En Ciudadanos, explica, ve un «proyecto nuevo» con el que se «identifica» y que representa «todo lo contrario a PP y PSOE». Virseda ya se encuentra en conversaciones con el área de Organización que dirige Fran Hervías para explorar la posibilidad de concurrir a los próximos comicios bajo las siglas naranjas.
Y no es el único. En municipios de Ciudad Real, también en Castilla La-Mancha, hay movimientos en ese mismo sentido. Es el caso del exalcalde de Herencia, Jesús Fernández, quien dirigió esta localidad durante dos legislaturas de la mano del Partido Socialista. En el verano de 2016 decidió abandonar el PSOE y unirse a Ciudadanos junto a la que fuera su teniente de alcalde, Gema Pilar López-Serrano, y hoy encabeza la estructura de la agrupación local. Según relata a este diario, «la deriva» que empezó a tomar el partido hizo que se precipitara su marcha.
«Yo creía que el PSOE era más plural y, en cambio, imperaba una línea argumental única», insistiendo en que en el partido liberal «encontré un mensaje que envolvía la imagen de centro». Fernández asegura que «la política municipal es muy distinta» a lo que proyecta la nacional, y que la formación naranja ha sabido «hacerse un hueco importante» en el centro ideológico «que se hace muy necesario». «La gente en los pueblos lo que pide es más gestión, más partidos útiles y menos redes clientelares», asegura.
En el seno del partido naranja también explican la tendencia y reconocen que mantienen conversaciones con cargos de otras formaciones en toda España. «Están desencantados con sus viejos partidos y visualizan en Ciudadanos una alternativa de gobierno real y sensata», afirma Hervías que, al frente del área de Organización, ha desarrollado el plan estratégico de implantación en las provincias rurales, y el de consolidación en el resto de comunidades. «Los planes estratégicos puestos en marcha a finales del año pasado, junto a la acción política de las agrupaciones y los grupos institucionales, están dando sus frutos», explica a este diario.
Andalucía, Murcia, Canarias…
Andalucía es otra comunidad en la que se ha producido un importante flujo de excargos destacados de otros partidos a Ciudadanos. Comenzó hace meses con el conocido caso del alcalde de Porcuna (provincia de Jaén) y diputado provincial, Miguel Moreno, que después de 30 años abandonaba el PP hace unos meses. Junto a él, el resto de concejales del equipo de gobierno pasaron al grupo de no adscritos. Y no son los únicos: otros alcaldes como los de los municipios jienenses de Castellar, Aldeaquemada, Cárchel y Albanchez de Mágina también se han unido a Moreno, y el próximo septiembre harán oficial su adhesión al partido naranja presentando su estructura en otra de las provincias que más ha crecido tras la implantación rural en los últimos meses.
En la provincia de Sevilla también hay varios casos. Mientras que en el municipio de Cantillana, el concejal del PP, José María Ramírez Blanco, ya se ha afiliado al partido naranja, en la localidad de Los Palacios Ciudadanos ha iniciado contactos con los concejales que abandonaron el PSOE a principios de año. La candidata a la alcaldía en las últimas elecciones y actual concejal, Belén Gayango, reconoce su «decepción» con el Partido Socialista y las promesas incumplidas de llevar a cabo una verdadera limpieza interna. «Yo no puedo demostrar a la gente que soy renovación y cambio si mi partido no hace nada».
Gayango reclama volver «a la política de los hechos» y a la creencia de que los políticos «son servidores públicos» por el tiempo limitado que ejerzan como tales. Aunque todavía no forma parte del partido naranja, reconoce que la formación le ha contactado y en estos momentos mantienen conversaciones de cara a la próxima cita electoral. También en Chiclana (Cádiz) el concejal del PP, Nicolás Aragón, se ha acercado a los centristas abandonar su formación.
En cuanto a Murcia, la que fuera concejal del PP en el ayuntamiento, Ana Martínez Vidal, en la legislatura de 2011 a 2015, también se ha adherido a Ciudadanos. Su caso, como el de otros muchos cargos, hace referencia a la «decepción» que sintió con los populares y con la hoja de ruta marcada sobre mantener «un perfil bajo» y seguir las directrices a pie juntillas. Esta cuestión, unida al desencanto por los casos de corrupción, explica a este diario, hizo que se diera de baja de las filas populares y se haya incorporado a las de Ciudadanos.
En Canarias, otra de las comunidades en las que más ha crecido Ciudadanos —en Las Palmas cuenta con 3.522 inscritos (la suma de afiliados y simpatizantes) y en Santa Cruz de Tenerife, un total de 2.793—, también ha registrado nuevas incorporaciones. El pasado enero se unió a sus filas Carlos Garcinuño, exconcejal de Urbanismo del PP en Santa Cruz de 2011 a 2015 y que repitió como edil en las últimas elecciones hasta 2017, cuando se dio de baja. Garcinuño explica a este diario cómo el PP se puso en su contra por negarse a firmar un expediente y él mismo optó por renunciar a su acta.
En la Comunidad Valenciana, distintos miembros de las filas populares ya han departido con Ciudadanos en lo que se empieza a denominar como «un éxodo». En Elche, el concejal Daniel McEvoy —hasta hace un mes miembro de la ejecutiva local de la ciudad alicantina— dimitió para anunciar su afiliación en el partido de Rivera. También el socialista Emiliano Rodríguez, miembro activo de la ejecutiva comarcal del Baix Vinalopó, dejó el PSOE para unirse a Cs hace más de seis meses. Y en Salinas (Alicante), la ya expopular Mabel Crespo ha renunciado a su acta y forma parte de la formación centrista.
Hacia el norte existen más ejemplos. En Cantabria, la crisis del PP que terminó con el congreso regional de hace meses en los tribunales, ha dividido el partido por la mitad. En esta comunidad, muchos cargos han decidido dar el salto a Ciudadanos, entre ellos el que fue director general de Cultura, Joaquín Solanas. En Castilla y León, Galicia o Aragón, según fuentes del partido, nuevos cargos populares han iniciado también contactos con el partido naranja.