ABC 07/02/14
· Recuerda que el déficit catalán oscila entre el -8,5% del PIB y el +2,1%, según el método usado.
Informes, argumentarios, conferencias… aunque la respuesta del Estado al proceso soberanista es eminentemente legal, sustentada sobre los principios constitucionales, el Gobierno no renuncia a demostrar que una hipotética secesión catalana sería un desastre, empleando también argumentos históricos, económicos… En este contexto, y cuando el desafío soberanista se dirime en las instituciones del Estado pero, también, en el extranjero, dada la pretensión del Ejecutivo de Artur Mas de «internacionalizar el proceso», el Gobierno quiere ganar también esa batalla.
Es en este escenario en el que el Ministerio de Exteriores ha elaborado un extensísimo informe a modo de argumentario donde se refutan uno a uno los argumentos del soberanismo. Dirigido a 118 embajadas y 90 consulados españoles en todo el mundo, el documento de 250 páginas—«Por la convivencia democrática»— sirve de base para rebatir cualquier pretensión de internacionalizar el «caso catalán», emulando los informes con los que el Gobierno británico, con su campaña «Better together» (mejor unidos), defiende la unión con Escocia. Aspectos culturales, económicos y jurídicos centran el grueso del informe, centrado también de manera especial en desmontar el argumento del maltrato económico de Cataluña por parte del Estado.
Acabar con el mito del «España nos roba» —motor del independentismo— se convierte en tarea prioritaria, para lo que el Gobierno refuta la manera con la que la Generalitat ha calculado las «balanzas fiscales», siempre optando por la fórmula más favorable a sus intereses. Es el mismo objetivo que persigue ahora el grupo de expertos al que el Ministerio de Hacienda ha encargado unas nuevas cuentas públicas regionalizadas.
De entrada, el informe remitido por Exteriores cuestiona el mismo concepto de «balanza fiscal», al recordar que «pagan impuestos las personas, no los territorios», De igual forma, recuerda el informe, las balanzas —la diferencia entre los ingresos aportados por una región al Estado y el gasto realizados por el Estado en dicho territorio— dibujan un cuadro incompleto al no tener en cuenta otros parámetros: ingresos y gastos de la Seguridad Social, balanza comercial…».
Amañar cifras
En cualquier caso, y retomando el argumento con que numerosos expertos han rebatido a la Generalitat, Exteriores recuerda que la Generalitat esconde las fórmulas para calcular las balanzas que no cuadran con su tesis preestablecida. Así recuerdan que el 8,4% de PIB (16.409 millones) con que la Generalitat cifró el déficit fiscal de 2009 se basa en el llamado método de «flujo monetario», que solo tiene en cuenta el gasto e inversión efectuada específicamente en su comunidad, pero sin anotar la parte alicuota de gastos generales no territorializables (Defensa, Justicia, Exteriores…), lo que sí se incluye en cambio es el método «carga beneficio». De igual modo, la Generalitat opta por «neutralizar» el ciclo económico, compensando en su cálculo el endeudamiento del Estado y anotándose unos ingresos solo hipotéticos.
Si se utiliza el método de Carga-Beneficio sin neutralizar, «que es el quelos expertos consideran más apropiado», el déficit fiscal de Cataluña rozaría el equilibrio. «Incluso aceptando el método del Flujo Monetario, pero sin el artificio de la neutralización, el déficit sería de 5.835 millones de euros, un tercio del anunciado por la Generalitat», concluye Exteriores. Si se opta por el método «carga beneficio» neutralizado, el déficit se reduce el 5,8% del PIB.
«En resumen, el lema España nos roba no solo es insostenible en términos estrictamente económicos, sino que se vuelve contra los que lo gritan al manchar una trayectoria estimable en términos de solidaridad, en este caso, de la sociedad catalana», apunta a modo de conclusión el informe elaborado por Exteriores.
ABC 07/02/14