César Calderón-Vozpópuli
Tras esta grotesca y desvergonzada puesta en escena, se esconde de nuevo un juego política de corto recorrido
El Gobierno miente, no importa cuándo lea esto.
Por tanto, no se crean ni uno solo de los supuestamente recios intercambios de fusilería entre Podemos y PSOE a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado.
No estamos ante una pelea política, sino asistiendo a una sitcom escrita por los guionistas monclovitas al estilo de aquellas ‘peleas en broma’ con las que Juanito Valderrama y Dolores Abril trataban de poner un poco de humor a la postguerra española, producidas estas, eso sí, con el escasamente ético objetivo de llenar telediarios, tertulias y portadas de periódicos y tenernos así entretenidos/embobados durante el comienzo de este duro curso político que ahora comienza.
¿Recuerdan?
Dolores Abril
“Para cuidar esta rosa
tú eres poco jardinero
para cuidar esta rosa
tu cariño no lo quiero
eres muy poquita cosa
solo se te ve el sombrero”
Juanito Valderrama
“Jardinero,
si yo soy poquita cosa
para ser tu jardinero
hay quien parece una rosa
siendo un cardo borriquero
apúntate esa, preciosa”.
Porque, piensen ustedes conmigo: ¿Tiene algún sentido que presidente y vicepresidente del Gobierno se comuniquen por persona interpuesta de muy segunda fila además y a través de los medios de comunicación, aireando sus diferencias sobre la ley más importante de las que se presenta cada año (o al menos debería) en el Congreso?
Pues no parecería demasiado inteligente si no fuera porque, tras esta grotesca y desvergonzada puesta en escena, se esconde de nuevo un juego política de corto recorrido, que tiene dos objetivos tácticos evidentes, a saber:
- En primer lugar, tanto Podemos como PSOE van a tratar de ocupar con su pelea trucha todo el espacio mediático en la negociación de los presupuestos, dejando el menor número de minutos televisivos posibles a la oposición. Y ya saben ustedes que lo que no sale en la tele no existe.
- En segundo lugar, en esta partida de ping-pong, tanto PSOE como Podemos van a tratar de legitimarse ante sus respectivos electorados en la refriega. Los socialistas como partido de estado que cumple con sus compromisos europeos, y Podemos corriendo a la izquierda las políticas económicas y sociales del partido de Pedro Sánchez.
La representación se producirá de la siguiente manera y en cinco actos:
Acto primero.- Portavoces de tercera filade Podemos y PSOE se atizarán unas semanas en los medios a cuenta de los presupuestos: Que si con Cs si, que si con Cs no, que si poco sociales, que si los más sociales de la historia…. verso, todo verso.
Segundo acto.- El PSOE jugará a que puede pactar con Ciudadanos, mientras Podemos trata de asegurarse el voto afirmativo o al menos la abstención de nacionalistas, indepes y demás especies
Tercer acto.- En un momento dado se producirá una ruptura dramática, ya saben, en el estilo de las obras de Echegaray.
Cuarto acto– Reuniones clandestinas que no lo son tanto, papeles filtrados de forma consensuada, carreras nocturnas…. nada, es imposible, esto se rompe. Drama
Quinto y final – Pero cuando todo parecía perdido, un milagro fulminante consigue que las aguas del rio Jordán se abran y puedan entrar finalmente en juego los profetas Pedro y Pablo, que gracias a sus superpoderes resuelven el entuerto. Un gran acuerdo presupuestario al que pondrán un nombre suficientemente ridículo y adanista para que sea recordado con facilidad: ‘Los primeros presupuestos de la gente’ o algo similar
La cosa termina con una fotografía de grupo y una fiesta final amenizada por trapecistas, la mujer barbuda, elefantes danzarines, fuegos de artificio y retransmisión en directo de la misma con una llamada al resto de partidos a sumarse al jubiloso acuerdo.
Y todo esto mientras miles de españoles siguen enfermando con el virus, decenas de miles se quedan sin trabajo y el país se va al carajo.
Después no digan que no les avisé.