ABC 19/11/13
· El presidente de Galicia aboga por un acuerdo para reformar la Ley Electoral y frenar al nacionalismo
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, lanzó ayer un órdago al PSOE y le retó a unirse al PP para frenar la ofensiva secesionista de Cataluña. «Si el PSOE quiere, esta discusión se desinflará con la misma rapidez que se ha inflado», aseguró el presidente gallego durante su intervención en el Foro ABC, en el que se enfrentó abiertamente con los nacionalistas. A éstos, les acusó de no «haber orientado claramente sus prioridades». El problema, a juicio de Feijóo, «no es quién tiene la bandera más grande, sino el que tiene el coraje de sacar a su Comunidad de la crisis».
Prioridades «El problema no es quién tiene la bandera más grande, sino el coraje de sacar a su Comunidad de la crisis» «Si el PSOE tuviera claro que el que gana, gobierna, no necesitaría a los nacionalistas» «En momentos de tribulación necesitamos un presidente que no se ponga nervioso»
Pactos con las minorías. Respaldo a Rajoy
Desde la autoridad moral que le da gobernar una Comunidad que «ejerce con normalidad el autogobierno» y que se siente «más autónoma que algunos que quieren convertir su Comunidad autónoma en nación», Feijóo defendió a la mayoría de los españoles que «saben dónde está su país y no tiene esa obsesión enfermiza por su identidad».
En pleno debate sobre el encaje de Cataluña en España, que han alimentado los nacionalistas, Feijóo contrapuso la región que preside advirtiendo de que el autogobierno le ha permitido ser una «Comunidad estable, que no va a dejar vacante su sitio privilegiado en España y Europa». Además, en clara referencia a Cataluña, denunció la actitud de aquellos que alimentan «debates ya cerrados y crean problemas artificiales».
Con su Comunidad como ejemplo de un autogobierno enfocado a la unidad y no a la división, el presidente gallego reclamó el concurso del PSOE para hacer frente junto con el PP al desafío soberanista. Feijóo sostuvo que eel presidente del Gobierno, Mariano RRajoy, «no va a modificar el artículo 1 y 2 de la Constitución porque no tiene mmandato y porque se presentó a las eelecciones con un programa electoral qque dice que no se pueden cambiar». DDesde esta posición «innegociable», FFeijóo alertó sobre la «ambigüedad» que mantienen los socialistas y se mostró esperanzado sobre el acuerdo adoptado por el PSC este fin de semana sobre el rechazo a una consulta en Cataluña que no sea legal y avalada por el Gobierno.
Ley electoral
El presidente gallego tiene claro que el frente antinacionalista es cosa de dos: «Si el PSOE quiere, esta discusión se desinflará con la misma rapidez que se ha inflado». Un acuerdo PP-PSOE que podría materializarse en la reforma de la ley electoral para que gobierne la lista más votada, con lo que se frenaría el poder de los pequeños partidos nacionalistas. Se trata de un poder decisivo que Feijóo considera que empezó a crecer cuando «un señor que gobernaba España (en alusión a José Luis Rodríguez Zapatero) quiso pactar con ERC en Cataluña, BNG en Galicia y en Baleares». Entonces, señaló Feijóo «se rompió algo, que es que principio de que quien gana, gobierna».
A juicio del presidente de la Xunta, «si el PSOE tuviera claro que en una Comunidad el que gana gobierna, no necesitaría a los nacionalistas». Por ello, apostó por este pacto porque «todo está escrito desde hace mucho tiempo y lo importante es volver a lo sensato». Feijóo entiende que «lo razonable» es modificar la ley electoral porque iba en el programa electoral del Partido Popular», pero para ello «se necesita el concurso del partido mayoritario».
Al margen de la necesidad de este acercamiento del PSOE al PP, el presidente gallego defendió la actitud que está manteniendo Rajoy frente al desafío de la Generalitat. «En momentos de tribulación necesitamos presidentes que no se pongan nerviosos, mantengan el sosiego y la tranquilidad en sus expresiones y contundencia en sus decisiones», afirmó. La última alusión que hizo Feijóo a la cuestión catalana se concretó en el concepto de solidaridad, que ha sido cuestionado por los nacionalistas catalanes. Para el presidente gallego «la solidaridad no es un principio que nos hayamos inventado ahora. La nación y la solidaridad son dos conceptos indisolubles. Cuando España iba bien, todos estábamos de acuerdo, después ocurrió que España empezó a ir mal. Pero Cataluña era lo mismo en la España que iba bien que en la España de la crisis». A su juicio, el cuestionamiento que se hace de la solidaridad es «hacer una trampa en la buena fe de los ciudadanos».
Finalmente, dentro de la política de pactos que planteó para solucionar algunos de los problemas más graves, abogó por «un gran acuerdo político para garantizar los servicios públicos, la educación y la sanidad». Sobre los servicios públicos subrayó que los políticos se equivocarían si «los mantuvieran como estatuas de sal y que el país «se merece este acuerdo político» porque «nuestra obligación es prever cuál será la sociedad del mañana».