LIBERTAD DIGITAL 17/02/17
· En un acto conjunto, al que también ha asistido Rivera, González y Aznar han respaldado a los presos políticos de la «tiranía» de Maduro.
Los expresidentes de Gobierno Felipe González y José María Aznar dejaron este jueves una fotografía inédita. Ambos unieron fuerzas para defender la libertad de los opositores venezolanos. Participaron en el acto «España por la libertad de Venezuela» convocado en Madrid al cumplirse tres años del encarcelamiento del opositor venezolano Leopoldo López.
En el acto, organizado por el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, también intervino el padre del opositor encarcelado, Leopoldo López Gil. El publico abarrotó la sala donde se celebró el acto al que asistieron caras conocidas como el presentador, Bertín Osborne o el presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián o Cayetana Álvarez de Toledo.
Del PP, asistieron Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella. Mientras que desde el PSOE, acudió Javier Solana. Cabe destacar la ausencia de miembros en activo en la política de ambos partidos. En cambio, el acto fue respaldado por el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que resaltó la importancia de que los dos expresidentes se hayan unido a favor de «una causa justa» y criticó las palabras de Pablo Iglesias, quien acusó a los dos ex presidentes de echar «leña al fuego» por su respaldo a los presos políticos del chavismo.
El primero en intervenir fue Felipe González, que ha denunció que el régimen está utilizando «carne humana, que son los presos políticos«, para negociar. «Lo he seguido muy de cerca», dijo el ex presidente, que ha viajado varias veces al país para apoyar a la oposición. Y afirmó que «el Gobierno no quiere diálogo más que para humillar a la oposición, para ganar tiempo». González calificó al régimen de Maduro de «tiránico, que tiene menos reglas de juego que las propias dictaduras». Además, remarcó que con el inicio del diálogo el número de presos políticos, no solo no se ha reducido, sino que ha aumentado. Cabe recordar que otro ex presidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, ha participado como «mediador» en el proceso y que los opositores han denunciado su postura más próxima al régimen chavista.
Felipe responde a Iglesias
En respuesta a Iglesias, además, dijo que «lo que hay que preguntarse es quién falta y por qué falta a la cita de la defensa de las libertades». «Invitó a Pablo Iglesias a que dé la cara con los demás pidiendo que no haya presos políticos en Venezuela. Lo demás da igual», ha afirmado.
En su discurso, el socialista trazó un diagnóstico certero pero dramático de cómo está el país que preside Maduro: «La situación es muy difícil, Venezuela está destruida, el tejido productivo está deshecho, se han quedado con todo el país, lo han depredado», aseguró.
El expresidente recordó las extraordinarias cifras de crímenes, comparando las 30.000 que son asesinadas cada año con una población de 30 millones frente a los menos de 300 asesinatos en España para 46 millones de españoles, lo que le llevó a concluir que Venezuela también está destrozada desde el punto de vista de la seguridad «e institucionalmente: las propias instituciones de la constitución han sido laminadas» por el régimen.
González quiso dar «pública y expresamente» su apoyo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y a su intención de aplicar la carta democrática de esta organización a Venezuela. Esta carta es un mecanismo que permite la suspensión temporal de un Estado Miembro y que podría devolver los poderes a la Asamblea Nacional.
«Es una absoluta necesidad», dijo, porque «con presos políticos no hay democracia y, por tanto, es imposible reconocer el carácter democrático de un régimen que hace de los presos una infame mercancía».
«El diálogo ha sido una farsa»
José María Aznar, por su parte, aseguró que «Venezuela es una dictadura represiva que vulnera las libertades personales y el Estado de Derecho» y coincidió con González en denunciar que «el diálogo no ha sido más que una farsa para garantizar la continuidad del régimen y dividir a la oposición».
El popular quiso también «apelar» a los gobiernos democráticos «que tienen una responsabilidad muy grande para salvar esta situación» también a una Unión Europea «que no puede seguir mirando a otro lado».
Leopoldo López emocionado
El acto lo cerró Leopoldo López padre, que absolutamente emocionado explicó que, «aunque no es la voz que nos gustaría escuchar–en referencia clara a su hijo- hoy representa la de ese centenar de presos que están en los sótanos esperando una justicia que no llegará«.
López definió al régimen de Maduro como «un régimen totalitario, tiránico, que ha pasado de la Constitución, que no rinde cuenta a las leyes» y a sus líderes como «asaltantes del erario publico de una forma no conocida», además de recordar que «permiten y estimulan el tráfico de drogas, drogas que llegan a Europa y a España».
López criticó también al expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, sin llegar a citarlo, cuando mencionó que el régimen inició un diálogo tramposo «con la anuencia de líderes internacionales que eran conscientes del engaño y se prestaron a ese juego».
«El día que salga Leopoldo o también saldrá el régimen o mejor el día que salga el régimen saldrán Leopoldo y los demás», ha dicho el venezolano para terminar agradeciendo «a todos ustedes y a toda España» al borde de las lágrimas y con la voz entrecortada por la emoción.