EL CORREO 27/01/14
· Congregó a 8,2 millones de espectadores, 1,6 millones más que su padre, y en el País Vasco el ‘share’ subió hasta el 62%, casi el doble que el año pasado
La expectación generada por el primer discurso de Navidad de Felipe VI tuvo un vistoso reflejo en las cifras de audiencia, que mejoraron con mucho las últimas de su padre. Un total de 8.241.000 espectadores siguieron el miércoles por la noche la alocución del Monarca y engordaron la cuota de pantalla hasta el 73,4%. Fueron 1,6 millones más que los que acompañaron a don Juan Carlos en su despedida del año pasado, cuando se registró el mínimo histórico desde que se miden las audiencias: 6,5 millones y un 60,4%.
El seguimiento fue generalizado y generoso en todo el país y en Euskadi se disparó hasta el 62,2% de ‘share’ y los 266.000 espectadores. Es casi el doble que el último año (162.000 personas y un raquítico 36,3%). Por segundo año consecutivo ETB no emitió el mensaje del jefe del Estado y a esa hora ofreció, como todos los días, el ‘Teleberri’. El discurso solo se ha podido ver a través de la autonómica vasca durante el Gobierno del PSE (desde 2009 a 2012, ambos inclusive). Esos años la audiencia creció significativamente, hasta el punto de llegar a los 265.000 espectadores de 2011. Fueron muchos entonces, pero mil menos que este año.
El saludo navideño del Rey a los españoles ha ido perdiendo interés en la última década, cayendo de los 9,1 millones que marcaron el máximo histórico en 2000 hasta los 6.580.000 del año pasado. Hubo un discretísimo repunte en 2011, cuando Iñaki Urdangarin acababa de ser apartado de la agenda oficial de la Casa Real por su comportamiento «poco ejemplar» y don Juan Carlos recordó en su discurso que «la justicia es igual para todos».
Mujeres y mayores de 45
Consciente de que el examen para él puntuaba doble por ser la primera vez y por las comparaciones, don Felipe marcó distancias con su padre, tanto en la forma como en el fondo. Optó por un escenario menos encorsetado y más familiar, una recreación de salón de casa con fotos de pareja y de las niñas. Prescindió de la mesa para eliminar barreras físicas y metafóricas y gestualizó –dicen que en exceso– en un intento de acercar el mensaje a los ciudadanos. Centró su alocución en la lucha contra la corrupción, que hay que «cortar de raíz, sin contemplaciones», dijo. Y se despidió también en euskera, catalán y gallego.
Los cambios, aparentemente, han servido para recuperar el interés de una audiencia huidiza. Fueron 8,2 millones de personas las que vieron el discurso íntegro (casi trece minutos), pero más de 9 millones de españoles conectaron aunque solo fuese un minuto. No se registraban cifras tan abultadas desde hacía seis años.
Siete de cada diez personas que el miércoles a las 21.00 horas estaban viendo la televisión siguieron el mensaje de Navidad, aunque la geografía marcó algunas diferencias. Valencia y Castilla-La Mancha, con cuotas de pantalla del 84,2% y del 82,9%, respectivamente, lideraron el ránking de comunidades donde el seguimiento fue mayor.
En el otro extremo se situó Euskadi, con un porcentaje del 62,2%. Pese a registrar la cuota de pantalla más baja de todas las regiones, la cifra es importante porque casi dobla la del año pasado y porque ETB tampoco ofreció la señal esta vez. Después del País Vasco, el lugar donde menos interés despertó fue Canarias (62,7%) y a continuación Cataluña. Allí TV3 sí emitió el discurso (el año pasado no lo dieron) y entre todas las cadenas sumaron 1,1 millones de televidentes catalanes y un 66,2% de cuota de pantalla. Mujeres y mayores de 45 años fueron el público mayoritario en todas partes.
Veintitrés cadenas –entre nacionales y autonómicas– pincharon la señal de la Casa Real, tres más que el año anterior, pero diez menos que hace cuatro años. La mayoría (2,5 millones) eligió La 1 de TVE, el canal líder en casi todas las regiones (en Cataluña fue TV3). A continuación, Antena 3 (1,8 millones), Telecinco (1,4), La Sexta y Cuatro.