Teodoro León Gross-ABC

  • La Navidad es un polvorín, donde se romperán familias y amistades

El conflicto, una vez más, es irreal. Y además, ridículo. ¿En qué punto alguien creyó que la Navidad podía ser otra buena coartada para alimentar la confrontación? Hay teocracias de credo obligatorio que te pasan por la quilla, pero aquí nadie persigue a nadie por santificar la fiesta o por desacralizarla. Y tan absurdo es negar la construcción simbólica de la Navidad de origen religioso como exigir credenciales para celebrarla. Pero la bronca es el instinto básico de quienes necesitan creer, como Sartre, que «el infierno son los otros». Lo mismo esos babuinos que se encabronan si alguien dice «felices fiestas» en lugar de «feliz Navidad», como si fuese un anatema delator, que quienes se ofenden por un concierto de Hakuna por sus credo y no por su calidad. Hoy en España se reconoce católico medio país, y el otro medio no; pero la mayoría no practica ni lo uno ni lo otro desde una amable naturalidad. La Navidad ha conservado, eso sí, algo del mensaje original. Y está vigente. No hay un idioma en el mundo al que no se haya traducido ‘Stille Nacht’, el villancico compuesto por un modesto párroco austriaco y un organista por azar… y siempre vuelve a ser emocionante, aunque cante un ‘crooner’ en un casino de Las Vegas, porque como la Magdalena de Proust, siempre te devuelve a tu infancia en casa.

Incluso en las trincheras de la Gran Guerra, un 24 de diciembre, los soldados británicos y alemanes detuvieron el fuego cruzado, compartieron cigarros y botellas, y cantaron juntos ‘Stille Nacht’ y ‘Silent Night’, distinta letra para el mismo himno universal. Fue un pequeño milagro, sí, pero algo así sólo puede suceder en Navidad. No hay otra posibilidad en el calendario, y por algo será. Ahora los teóricos de la polarización alertan, con un ‘Atlas de la Polarización’ muy previsible, que la Navidad es un polvorín, donde se romperán familias y amistades. Pero hay trampa: no se trata de la Navidad, sino de la sociedad. Hay mucho idiota intolerante dispuesto a eso, incluso en las celebraciones navideñas, y después culpan a la Navidad por no culparse a sí mismos. A todos, a ellos particularmente, feliz Navidad.