ABC 25/06/14
· El ministro anuncia un plan nacional contra la radicalización violenta. Destacó la importancia del control en lugares de culto y en las prisiones
Sin bajar la guardia frente a una ETA «derrotada policialmente», pero que sigue viva, el terrorismo de corte yihadista es hoy la mayor amenaza para la seguridad nacional en España, aunque el riesgo no es mayor que el que afronta cualquier otro país occidental. Lo afirmó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su intervención en el Foro ABC sobre «España, una nación segura y en libertad».
Consciente de la envergadura de este problema, el Gobierno aprobará en los próximos meses un Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta (PENLCRV), a fin de abordar de manera preventiva la amenaza del terrorismo yihadista. Una amenaza que ha cobrado especial relevancia en los dos últimos años, ante el desplazamiento de «combatientes» extranjeros a zonas en conflicto, especialmente Siria e Irak, con intención de regresar a sus países de origen, más radicalizados, y también mejor preparados para atentar. El titular de Interior dijo que el de los yihadistas retornados es un fenómeno que «preoc upa seria mente a los país es occidentales», pues «su principal riesgo es que contribuyan a que otros se radicalicen o se conviertan en lobos solitarios dispuestos a cometer una acción terrorista», como sucedió en Boston, Londres o, más recientemente, en el Museo Judío de Bruselas.
Como mensaje tranquilizador, Fernández Díaz aseguró que España está en la vanguardia de Europa a la hora de combatir el terrorismo yihadista. Así, pese a que en los últimos meses han salido de nuestro país una media de entre 30 y 40 muyahidines al mes rumbo a Siria o Irak, el nuestro sigue siendo de los países que menos reclutan y envían a zonas de conflicto y también de los que menos retornados reciben. Ello, «teniendo en cuenta la situación geográfica de España, la historia, la reivindicación de Al Andalus o la proximidad al Magreb», pone en valor la eficacia de la Policía, la Guardia Civil y el CNI.
«Ahogar el mal»
Al preguntarle si echa de menos una condena nítida de la comunidad islámica en España a estas redes que reclutan menores para enviarlos a Siria o Irak, el ministro prefirió mostrarse cauto. «Quiero ser prudente en esta cuestión, distinguir entre el islam y estas personas fanatizadas. Lo que puede hacer el islam es ahogar el mal en abundancia del bien».
El titular de Interior sostuvo que la unidad de la UE es clave para afrontar la amenaza yihadista e insistió en que el trabajo de prevención es esencial: «Es especialmente importante el control en los lugares de culto y en las prisiones para evitar la radicalización de esas personas», dijo. Y recordó que desde 2001 se han hecho en España 24 operaciones importantes contra este terrorismo, lo que demuestra que «hacemos los deberes como Dios manda».
Fernández Díaz también mostró su preocupación «por la bajada de pantalones» que sin duda vio el movimiento anarquista en la decisión del alcalde de Barcelona, Xavier Trias, de pa-
ralizar el derribo de Can Vies. «Ceder al chantaje de los violentos siempre es un mal negocio», porque «es pan para hoy y hambre para mañana».
Y respecto al aforamiento de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, aprobado ayer, destacó la paradoja de que quien se opone a él «sí está aforado. ¿Es lógico que el adjunto al Defensor del Pueblo de una comunidad este aforado y él no?», se preguntó el ministro.
Por último, se mostró partidario de la reforma de la ley de justicia universal en lo referido al narcotráfico, porque «España no puede ser el gendarme del mundo en el Atlántico en la lucha contra el tráfico de drogas».