ALBERTO FERNÁNDEZ-VOZPOPULI
Entrevista con el filósofo y escritor Fernando Savater, premio Vozpópuli Décimo Aniversario
Pregunta: Al comienzo de la pandemia se decía mucho que saldríamos mejores de esta como sociedad. ¿Le parece que está siendo el caso?
Respuesta: Epidemias y pandemias se han reproducido a lo largo de la historia, aunque la gente no se acuerde. La prueba de que no cambian muchas cosas es que la gente ni se acuerda. Depende un poco de la edad y de cómo se viva, pero un jubilado de una edad más o menos provecta, que como yo, vive en casa rodeado de libros y películas y hace una vida bastante retirada, casi ni noté la pandemia más allá de las molestias de las mascarillas y estas cosas.
P: Uno de los libros más duros que ha escrito ha sido “La peor parte” sobre la pérdida de su mujer y compañera de vida. ¿Vivencias como esta o lo que usted ha vivido en el País Vasco, con una pistola apuntándole durante años, hacen que se relativicen las cosas?
R: Sin duda. Cuando a uno le ocurre una desgracia personal auténtica que no sea solo de la evolución de la vida, que a uno se le muera la mujer o un hijo, le cambia mucho. La relativización de las cosas es que en un momento determinado yo me tomaba muy en serio la política pero, desde que murió Sara, me siento como si la mirara desde un dron desde arriba pero sin participar de forma tan vehemente como otras veces.
ETA acabó pero sigue el separatismo, que es el verdadero problema. Y ahora, por influencia de la situación en Cataluña, vuelve otra vez a relanzarse
P: Llegó a decir tras la muerte de Sara que si ETA volviera a reaparecer y le matara, le haría un favor.
R: Sara falleció hace 6 años y, durante un primer tiempo dedicado a recordarla, la verdad es que no le tenía un aprecio excesivo a la vida. Tampoco es que tuviera especialmente ganas de morirme… pero es cierto que, con el tiempo, no dejas de lado la tristeza o el recuerdo, pero se le vuelve a tener apego a la vida. Ahora prefiero que no me mate ETA (ríe).
P: Sigue viviendo en San Sebastián y ha vivido la sociedad vasca muy de cerca durante toda su vida. ¿Cómo la ve, hoy en día, cuando han pasado 10 años del fin de ETA pero todavía con un movimiento separatista importante?
R: El problema en el País Vasco ha sido el separatismo. El terrorismo ha sido una derivación. Y ese problema, que hay que combatir cultural y educativamente, sigue estando ahí. Afortunadamente, gracias a las fuerzas del orden y algunos movimientos sociales, aunque pocos, porque la realidad es que la sociedad vasca reaccionó poco frente a ETA. El terrorismo acabó pero sigue el separatismo, que es el verdadero problema. Y ahora, por influencia de la situación en Cataluña, vuelve otra vez a relanzarse.
Durante cierto tiempo Cataluña vivía a rebufo de lo que pasaba en el País Vasco y ellos vendían un separatismo civilizado. Ahora se han cambiado las tornas, se vende un separatismo vasco con mejores modales mientras que se ha pasado a un separatismo a lo bruto en Cataluña. En cualquier caso, en los dos casos el separatismo siempre ha sido el enemigo de la democracia liberal en España. Estos movimientos, que son atavismos y carlismos, son la desgracia que tuvo la democracia liberal en España para asentarse como en otros países europeos.
“Cataluña la están arruinando los separatistas mientras que en el País Vasco los separatistas le sacan un gran rendimiento de su gestión del independentismo”
P: Siguiendo con ese paralelismo con Cataluña, la sensación es que se ha calmado un poco la situación en el País Vasco mientras que se ha reavivado en Cataluña.
R: Es como una cuestión de modales y en Cataluña siempre han sido muy malos. La imposición del catalán ha sido con muchos menos miramientos que en el País Vasco. Salvo por la violencia, el separatismo vasco ha sido más educado que el catalán. Quitando la violencia terrorista, que es mucho quitar, claro. Estando presente el problema en los dos sitios, ahora es mucho más vivible y menos dañino para la sociedad en el País Vasco porque Cataluña la están arruinando los separatistas mientras que en el País Vasco los separatistas le sacan un gran rendimiento de su gestión del independentismo.
P: ¿Cómo cree que quedará Pedo Sánchez en la Historia en relación con Cataluña y País Vasco?
R: Yo creo sencillamente que el Gobierno actual de Pedro Sánchez es el peor de toda la época de la transición. Cuando pensábamos que las cosas podían ir mal, nunca habríamos creído que un gobierno se iba a apoyar en Bildu, en separatistas catalanes y en un comunismo bolivariano ahora transformado por peleas internas. Algunos que hemos dado muchas clases en Hispanoamérica y conocemos bien Venezuela sabemos lo que significa ese tipo de planteamientos. Es la desgracia del país que cae en sus manos. Hoy los tenemos en el Gobierno y esa situación actual a nivel político me parece la más angustiosa de toda la época democrática y ojalá unas elecciones próximas nos saquen de esto.
Pablo Iglesias es, todo lo más, un tertuliano mediano y no tiene más entidad política o intelectual. Lo sorprendente no es verle ahora de tertuliano, fue verle de vicepresidente»
P: Ya que me habla de Unidas Podemos, ¿qué le parece que un vicepresidente del Gobierno deje su cargo para irse a las tertulias, como ha sido el caso de Pablo iglesias?
R: Eso demuestra el tipo de entidad que tienen esos políticos. Podrían estar vendiendo crecepelo o gestionando una empresa de publicidad pero se metieron en el terreno de la política porque da muchos rendimientos y un realce personal, en algunos casos. Son personajes sin entidad ninguna, ni política ni intelectual. Pablo Iglesias es, todo lo más, un tertuliano mediano de los que hay en el mundo y no tiene más entidad política o intelectual. Lo sorprendente no es verle ahora de tertuliano, fue verle de vicepresidente. Eso fue lo realmente raro.
P: Pablo Iglesias, José Luis Ábalos, Susana Díaz, José Manuel García-Margallo, Carmen Calvo… ¿Le sorprende que los medios de comunicación estén nutriéndose de los políticos mediáticos para sus tertulias?
R: Los medios plantean muchos debates y está bien pero es difícil distinguir lo sustancia del barullo y por eso creo que la educación es hoy más importante que nunca. Ayuda a distinguir la paja del grano. Yo no voy a ver una tertulia en la que discute Ábalos con Pablo Iglesias, uno no ha vivido hasta aquí para llegar a eso. Uno lo que quisiera es que hubiera diálogos de altura como hubo en algún momento en alguna televisión francesa con algún coloquio cultural de altura pero Los ‘Sálvame’ y ‘no me salves’ no creo que ayuden a desarrollar intelectualmente a nadie aunque a lo mejor me equivoco.
Yo no voy a ver una tertulia en la que discute Ábalos con Pablo Iglesias, uno no ha vivido hasta aquí para llegar a eso»
P: Le preguntamos ahora por partidos que han surgido pero que no han conseguido mantenerse, algunos de los cuales son cercanos para usted. UPyD desapareció, Ciudadanos está en una situación muy complicada, también vemos como Unidas Podemos baja mucho en las encuestas… ¿Los nuevos partidos que venían para quedarse y acabar con el bipartidismo lo han hecho mal o es que no tienen cabida?
R: Cabida hay. Lo que pasa es que la culpa la tienen los ciudadanos. En democracia, los ciudadanos son los que votan. El voto extremista es el del bipartidismo, el de votar “o con los míos o con los otros”. Las opciones de centro, como pretendía UPyD o después Ciudadanos, tratan de tomar lo bueno de cada uno de los planteamientos políticos porque, en el fondo, vivimos en países que son a la vez capitalistas, liberales, socialdemócratas… todo eso está dentro del propio país. Nadie votaría si alguien quisiera suprimir todas las medidas sociales ni tampoco las libertades. Sabemos que tenemos que vivir en esa mezcla de pensamientos y de ideas, de liberalismo de costumbres junto a una socialdemocracia en el reparto de riqueza… entonces lo mejor creo que sería un partido que supiera abarcar toda esa diversidad. Pero la gente prefiere decir “qué malos son aquellos y qué buenos son estos”.
P: Usted está en el origen del Foro Libertad Y Alternativa, nueva fundación que pretende la defensa de los valores de la transición o en contra de nacionalismos. ¿Es un nuevo intento por tratar de aglutinar el centro?
R: Yo les apoyo porque hay muchos amigos míos, aunque no estoy ahí formalmente. Con Rosa Díez y algunos otros hicimos Unión 78 para defender los valores de la Constitución y es un poco nuestra expresión. Queremos recuperar ese espíritu que tuvo UPyD y luego Ciudadanos y no tener que soportar una izquierda vendida a los nacionalistas y una derecha vendida a los obispos. Buscar a ver si hay otra cosa.
Lo mejor sería un partido que supiera abarcar toda esa diversidad. Pero la gente prefiere decir «qué malos son aquellos y qué buenos son estos'»
P: ¿Cómo explicaría a los jóvenes la importancia de hacer esa defensa de los valores de la transición democrática?
R: Los jóvenes son los que más disfrutan y viven ya naturalmente en ella, un poco como los peces que no se plantean si el agua es buena o mala, simplemente viven ahí. La Constitución se puede revisar y mejorar pero el hecho de la protección que ofrece al individuo frente a desmanes de un gobierno ocasional o de un abuso es importante.
P: ¿Desde el punto de vista de su gremio, como filósofo y profesor, cual sería una virtud de nuestra sociedad frente a otras?
R: No sé si la lengua castellana es una virtud nuestra porque creo que, ahora mismo, en países hispanoamericanos se le da más importancia al idioma castellano que aquí, donde está en entredicho, y eso que es, evidentemente, una de las grandes riquezas. Hay países, como Francia, que han luchado inmensamente por mantener su idioma en el mundo pero aquí seguimos haciendo como si fuera una lengua entre otras cuando es la lengua común del país fundamental en lo político, en lo cultural y debe serlo también en lo educativo.
P: ¿Y qué mejoraría de nuestra sociedad?
R: Nuestro gremio es lo que vemos con más interés y por eso, para mí, mejoraría la educación. Los últimos vaivenes me parecen desastrosos y hay que replantearse esos planteamientos sentimentales de que si a un muchacho o muchacha se le suspende se va a sentir herido en su autoestima. La autoestima de las personas se basa en el esfuerzo y en el conocimiento que adquieren ellos por sí mismos y no creo que a nadie se le mejore su autoestima por tratarle como un sabio cuando es un ignorante. Al revés, es degradante. Los planteamientos están muy equivocados. Y no digamos ya el arrinconamiento de la lengua castellana, que debe estar en todas las comunidades y autonomías como la lengua principal porque tiene una gran riqueza cultural y unas posibilidades de utilización a nivel global que no tiene ninguna otra lengua y, por lo tanto, es robarle a los jóvenes parte de su futuro el minusvalorar la lengua castellana.
P: ¿Qué importancia le merece la libertad de prensa?
R: Soy de los que lee cuatro o cinco diarios en papel todos los días. Es incluso peor, los leo por la mañana en el iPad, bajo a desayunar, los compro y los leo otra vez. Cuando hay una persona que vive sin noticias e información de lo que ocurre, vive a oscuras. La prensa no es solo una forma de transmitir datos o acontecimientos, el periodismo es una ética y una estética de la noticia. Hay una forma de dar las noticias y de relacionarlas y para cualquier persona que quiera vivir la actualidad es imprescindible.