EL MUNDO 28/05/2013
· Bautista: los informes prevén «la vuelta de la actividad armada»
«Los informes que actualmente maneja el Ministerio del Interior son que esa fase de bloqueo va a llevar a una ruptura o a una escisión y a una vuelta a la actividad armada». La frase del fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista, pronunciada ayer en un juicio de la Audiencia Nacional, es la afirmación más contundente expuesta públicamente hasta la fecha contra el futuro del proceso de paz desde ámbitos antiterroristas.
Tan contundente que, a las pocas horas, el propio Ministerio del Interior respondió al fiscal. Entre la matización y la rectificación, el departamento explicó en declaraciones a Efe que no cuenta con ningún informe que concluya de forma taxativa que ETA va a volver a atentar, aunque el ministerio que dirige Jorge Fernández Díaz sí maneja análisis que plantean esa hipótesis.
La afirmación del fiscal, sin matices ni condicionales, se produjo cuando intentaba convencer al tribunal de que no retirara la condición de testigos protegidos a los tres supuestos amenazados por el ex asesor de Bildu Juan José Ibaceta. En la causa consta un informe de la Comisaría General de Información, esgrimido por la defensa, que sostiene que no hay motivos para pensar que los testigos pudieran ser objetivos de ETA.
Pero el informe fue elaborado el año pasado y, según Bautista, las cosas han cambiado. «Hoy las circunstancias son rotundamente otras (…) Todos han estado manejando, incluso ese informe de la Comisaría General, unas bases falsas. ¿Por qué? Porque lo que se resalta en este último comunicado de la organización terrorista es que estamos ante un proceso bilateral que está orientado a cesiones mutuas y que, en caso de que no haya cesiones mutuas, se producirá una fase de bloqueo, que es en la que estamos ahora. Así lo ha reconocido la organización terrorista y los informes que actualmente maneja el Ministerio del Interior son que esa fase de bloqueo va a llevar a una ruptura, o a una escisión, y a una vuelta a la actividad armada», expuso el fiscal antiterrorista.
El comunicado al que hace alusión el fiscal fue difundido en el mes de marzo, poco después de que la cúpula de ETA tuviera que marcharse de Oslo tras esperar infructuosamente a negociar con el Gobierno. La banda afirmaba que su salida de Noruega iba a tener «consecuencias negativas» dado que se había «deshecho el espacio de diálogo y de negociación». «Así se atrasa y dificulta la resolución del conflicto», decía ETA, que sólo concibe finalizar lo que llama el «conflicto» con un diálogo con el Ejecutivo en la que se dé una salida a los presos y los huidos, y se alcance un acuerdo político.
ETA también felicitaba a sus miembros por el nivel de «compromiso» que estaban manteniendo –lo cual fue entendido como un modo de constatar su unidad interna–, y aseguró que estaba dispuesta a «seguir trabajando para construir una solución definitiva», pero los expertos de la lucha antiterrorista detectaron un matiz distinto al de los anteriores comunicados que no dejaron de resaltar, aunque realizando lecturas muy distintas.
Probablemente el fiscal se aferró a los informes elaborados para el Ministerio del Interior por los expertos del Cuerpo Nacional de Policía en los que advertían, en un informe dirigido al Ministerio del Interior, que el «cese definitivo» podía ser «reversible» a partir de septiembre y que la organización podría querer llamar la atención mediante un atentado «puntual y táctico», es decir, sin víctimas. Los policías recordaron que si los dirigentes de la banda no habían llegado a un acuerdo de desarme con los verificadores internacionales fue para evitar una eventual escisión.
La tesis era que había que actuar con prudencia, pero en el ministerio fue recibido con sorpresa porque el resto de los expertos no coincidía. La Guardia Civil aceptó que el comunicado estaba más «subido de tono» pero lo atribuyó a la intención de responsabilizar al Gobierno del «bloqueo». Y el CNI, que baraja la mejor y más actualizada información, descartó entonces que las hipótesis policiales fueran a hacerse realidad.
EL MUNDO 28/05/2013