ABC 15/12/16
En una semana clave, que culminará mañana con su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por la querella por desobediencia de Fiscalía, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, no ahorra en gestos polémicos. Ayer, se reunió en el hemiciclo catalán con varios miembros de la red ciudadana de los presos de ETA Sare.
«Venimos a Cataluña como embajadores de un sentir y una preocupación que existe en la sociedad vasca, y con el objetivo de trasladar la realidad de un proceso de paz irresuelto y bloqueado por el Gobierno español», explicó en un comunicado el portavoz de Sare, el exconsejero de Justicia vasco Joseba Azkarraga.
Los representantes de Sare también mantuvieron encuentros con el consejero de Interior catalán, Carles Mundó, así como con miembros de la comisión de Justicia del Parlamento catalán, entre ellos su presidente, el diputado de Junts pel Sí y exconsejero de Justicia Germà Gordó, así como el diputado de la CUP Benet Salellas.
Quema ante la Benemérita
Salellas es uno de los seis diputados que rompió fotos del Rey Felipe VI en una comparecencia en el Parlament. Lo hicieron en protesta por las detenciones el pasado lunes de los jóvenes vinculados a la CUP que quemaron fotos del monarca durante la Diada y que se habían negado a comparecer ante el juez de la Audiencia Nacional, que les acusa de injurias a la Corona.
Alentados por sus diputados, las bases de la izquierda independentista radical han encadenado desde el lunes varios actos de protesta con el Rey como diana. En la noche del martes, un centenar de jóvenes lanzó bolas de pintura y quemó fotos del Felipe VI delante del cuartel de la Guardia Civil de Manresa (Barcelona). Los Mossos desplegaron un cordón policial para proteger el edificio.