Vuelven las mentiras y las cintas de vídeo a la campaña de las municipales. El sexo no, por favor. «Lo que quiero es sacar a España de la foto de las Azores», dijo Zapatero en su investidura. A los que ha sacado de la foto en realidad, es a Blair y a Bush. El fantasma de Aznar y una gaviota serán ya para siempre los únicos habitantes de esa fotografía.
Es costumbre que los partidos renuncien a la precisión para reforzar su capacidad persuasiva en las campañas electorales. Recuerden el vídeo en que el PP usaba imágenes del narcotráfico colombiano y de la España de Aznar para denunciar la inseguridad ciudadana con el Gobierno socialista. Después, el PSOE regaló a los periodistas por navidades otro vídeo en el que se trataba de demostrar que el del PP fue un gobierno flete para ETA y HB.
Vuelven las mentiras y las cintas de vídeo a la campaña de las municipales. El sexo no, por favor, para eso como si fuéramos británicos. En la película de Steven Soderberg, el sexo aparecía en el título del filme, pero debía de ser una mentira más, ya lo decía su protagonista, la gran Andie MacDowell: «¿Cómo quieres que haga el amor con la cantidad de basura que hay en el mundo?».
Se nota que en esto de las cintas de vídeo, los socialistas aventajan a los populares. Es natural, después de todo, la mayor parte de los cineastas integran la división acorazada de Carmen Calvo. El vídeo de esta campaña sería normal, si no fuera por los dos planos iniciales: un atentado en Irak y la vuelta de los soldados españoles, imágenes ante las que cabe preguntarse por qué no empieza con el atentado de la T-4, que también resulta muy espectacular y nos queda más cercano.
La guerra de Irak y la foto de las Azores son las dos caras de la moneda: la infamia y los culpables. El canto que las une es el 11-M. ¿Y qué pinta la guerra de Irak en los problemas municipales o los líos autonómicos? Es tratar de pasar al cobro una factura que ya se pasó sin éxito en las municipales de 2003, celebradas dos meses después de la famosa foto. Es un tiro parabólico con el que se acusa al PP del 11-M. ¿Usar el terrorismo como arma electoral? Naturalmente, como todo fiel cristiano.
Hay una paradoja. En la foto, sólo uno de los tres personajes sobreactúa. La participación de su país en las fuerzas invasoras fue de carácter simbólico, pero con el tiempo, parece el único que posó para la cámara. Otro, que acaba de anunciar su dimisión y al que llamó «gilipollas integral» el ministro de Defensa de Zapatero, fue recibido por el propio Zapatero el 3 de octubre pasado como el gran pacificador que venía a ilustrarnos con su ‘know how’. Cuatro días después de las elecciones, el presidente recibirá encantado a Condoleezza Rice, la secretaria de Estado del hombre importante de la foto. No es lo mismo que si pudiéramos recibir a su jefe, pero lo tomamos como un aperitivo. «Lo que quiero», dijo Zapatero durante su investidura como presidente, «es sacar a España de la foto de las Azores». A los que ha sacado de la foto en realidad, es a Blair y a Bush a través de su mujer fuerte. El fantasma de Aznar y una gaviota serán ya para siempre los únicos habitantes de esa fotografía.
Santiago González, EL CORREO, 12/5/2007