EL CORREO 10/07/14
· París ha recibido una decena de peticiones individuales, de las que ha aceptado dos y rechazado otras dos
Francia contempla conceder nuevos acercamientos de presos de ETA al penal de Mont de Marsan, el más próximo a Euskadi si, como ha ocurrido en los dos casos ya aceptados, cumplen los requisitos legales. La Administración Penitenciaria gala ha recibido desde enero una decena de peticiones individuales de traslado de las que han obtenido luz verde las formuladas por Oier Ardanaz y Alexander Akarregi, otras dos han sido rechazadas por el Ministerio de Justicia y media docena siguen en tramitación. Mediante un comunicado de su embajada en Madrid, el Gobierno francés aseveró ayer que «refuta tajantemente cualquier cambio en la relación franco-española en esta materia.
«La administración penitenciaria francesa aplica desde siempre una política no diferenciada en términos de destinos, que vale tanto para los etarras como para los demás perfiles terroristas», señala el texto divulgado por la legación diplomática. Fuentes judiciales galas aclararon a este periódico que París no ha variado su política carcelaria respecto a los presos de ETA y que lo que ha cambiado es que ahora por primera vez el Gobierno francés ha comenzado a recibir peticiones individuales y no meras circulares colectivas sin efectos legales. En su día este tipo de demandas eran canalizadas por vía judicial ante los juzgados de instrucción antiterroristas en el caso de los reclusos preventivos y ante el juez de aplicación de penas de París en el de los condenados.
El director de la Administración Penitenciaria, dependiente en Francia del Ministerio de Justicia, recibió en enero las primeras peticiones individualizadas de traslado a Mont de Marsan, que fue designado en una nota interna del colectivo de presos EPPK enviada a las cárceles a finales de 2012. El organismo destinatario examinó cada formulario personalizado y emitió los correspondientes dictámenes que fueron sometidos a la consideración de los responsables ministeriales que aprobaron dos y rechazaron otros dos expedientes. Los medios consultados calculan que existe en torno a media docena de solicitudes pendientes de resolución.
La nota oficial francesa observa que las decisiones de destino se toman «siempre caso por caso». «Como para los demás condenados, se tienen en cuenta los criterios legales como por ejemplo el mantenimiento de los vínculos familiares, la duración de la pena, el comportamiento en prisión y la peligrosidad», enumera. No se mencionan principios como el arrepentimiento o la reparación a las víctimas que son sistemáticamente destacados por las autoridades españolas cuando hacen referencia a los requisitos necesarios en España para acceder a los acercamientos.
En cuanto a la capacidad de reinserción de los reclusos, tampoco citada entre los requisitos que piden las autoridades francesas a los presos etarras, llama la atención que Alexander Akarregi, uno de los dos beneficiarios de los acercamientos a Mont de Marsan, haya sido un reincidente en ETA. Detenido el 10 de julio de 2003 en el aeropuerto de Amsterdam cuando se disponía a tomar un vuelo a Venezuela, fue extraditado por las autoridades holandesas y condenado a cinco años en la Audiencia Nacional por colaboración con el ‘comando Vizcaya’.
Seis meses después de cumplir la pena fue arrestado de nuevo, el 25 de febrero de 2009, en el sur de Francia. En la lectura del veredicto que el 11 de diciembre de 2012 lo sentenció a ocho años, la jueza Dominique Piot, presidenta del Tribunal Correccional de París, justificó lo elevado de la condena por su «peligrosidad» y por el hecho de que «volvió a la clandestinidad» y «perseveró» en su activismo.
En el comunicado de la embajada se indica que en el pasado otros presos de ETA ya han estado encarcelados en Mont de Marsan. Como este periódico informó ayer, hace poco transitó por el penal de Las Landas Eneko Zarrabeitia de paso a Soto del Real donde fue liberado el 21 de mayo último. La misma escala hicieron durante menos de un mes en la primavera de 2011 Beñat Lizeaga y Bergoi Madernaz en sus entregas para ser juzgados por pertenencia a Segi.
En julio de 2015
Al margen de esas breves estancias, el único precedente de un penado de ETA en Mont de Marsan lo protagonizó el ciudadano vascofrancés Jean-Marie Saint-Pée. El dueño del caserío fronterizo de Saint-Michel en el que en abril de 2004 fue desmantelada una fábrica de armas y explosivos permaneció recluido en la prisión landesa desde junio de 2010 hasta su liberación en noviembre de 2011. Akarregi y Ardanaz, que cumplirán condena en julio de 2015, son por consiguiente los primeros etarras de ciudadanía española que purgan penas francesas en el establecimiento más cercano a Euskadi, distante 136 kilómetros de la frontera por Biriatou.
La nota oficial expone que el acercamiento de ambos «no puede ser interpretado por la prensa como un cambio de política penitenciaria». Las fuentes judiciales antes citadas reconocieron que el Gobierno francés autorizó la visita cursada el 16 de abril por el jurista Pierre Hazan, miembro del Grupo Internacional de Contacto (GIC), a los jefes del EPPK Mikel Albisu y Marixol Iparragirre en la cárcel de Réau (sur de París). Pero aseguraron que los traslados posteriores de Akarregi y Ardanaz al penal de Las Landas no tienen nada que ver con la celebración de esa reunión, inimaginable actualmente en las cárceles de España.