La actuación ayer de la policía del país vecino, en coordinación con la Guardia Civil, supone el desmantelamiento de uno de los principales zulos que aún mantiene vivos la estructura etarra desde el inicio del alto el fuego. Este periódico desveló que ETA había remitido varias cartas al Gobierno francés solicitando al Ejecutivo de François Hollande la apertura de una vía de diálogo. La banda estaba dispuesta, como gesto, a entregar uno de los zulos donde ocultaba la mayoría de las 250 pistolas robadas en territorio francés, en Vauvert, hace más de 10 años.
Sin embargo, con la actuación de ayer el Ejecutivo de Hollande parece alejarse definitivamente de cualquier gestión encaminada a entablar un diálogo con los terroristas. El hecho de que la actuación haya sido, además, conjunta, entre agentes franceses y guardias civiles, avala aún más la intención del Ejecutivo del país vecino de mantenerse en la misma línea de actuación contra ETA que el Gobierno español, de no sentarse a negociar con los etarras.
La operación que ha concluido con el hallazgo de este importante zulo ha sido bautizada como Descubrimiento. Según fuentes de la investigación, los agentes están todavía abriendo las bolsas halladas en el arsenal para detallar el material escondido y determinar el número exacto de pistolas que se encuentran en ellas. Las armas, de la empresa Sidam, son las que se encontraron en Vauvert hace una década y con las que ETA pretendía negociar.
Del citado robo estaban pendientes de localizar todavía la mitad de las 350 pistolas sustraídas, después de las que ha requisado la Policía en diversos zulos desde 2006. Desde ese robo, casi todos los etarras detenidos llevaban algún arma procedente de Sidam, aunque algunas fueron halladas también escondidas en zulos. Según las estimaciones de los especialistas, ETA podría conservar aún entre dos y tres toneladas de explosivos y 200 armas largas y cortas en otros zulos.
El arsenal ha sido encontrado en un bosque en el departamento de Oise, ubicado en la región de Picardía. La operación ha sido realizada por agentes de la Guardia Civil y de la Dirección General de Seguridad Interior francesa (DGSI), gracias al trabajo que desde hace años llevan a cabo las fuerzas de seguridad de ambos países contra el terrorismo.
El hallazgo, según las fuentes consultadas, es fruto de las investigaciones sobre estructuras clandestinas de la banda terrorista. La labor de coordinación de las fuerzas de seguridad de España y Francia permitió también acabar con la última cúpula de ETA en la denominada operación Pardines, desarrollada en el país galo hace un año y en la que se detuvo a los dirigentes Iratxe Sorzábal y David Pla.
La última vez que se consiguió incautar un importante arsenal de ETA fue el 28 de mayo de 2015. La banda custodiaba en Biarritz –ciudad situada a unos 30 kilómetros de la frontera con España– 19 revólveres, siete pistolas, más de mil cartuchos, 3,2 kilos de pentrita y temporizadores.
Por otro lado, las autoridades francesas entregarán a España en los próximos meses el archivo histórico de ETA que fue hallado en un zulo en 2004 dentro de la operación en la que fue detenido el dirigente de la banda Mikel Antza, y donde se escondía ingente documentación y un centenar de cintas de cassette con testimonios de veteranos terroristas.
También había grabaciones con los interrogatorios que los etarras hicieron a dos empresarios secuestrados, el industrial vizcaíno José Lipperheide y Diego Prado y Colón de Carvajal.