EL CORREO, 17/11/11
Fue detenido el pasado mes de junio a bordo de un tren procedente de Italia con material para activar bombas
La justicia francesa ordenó ayer la entrega a España del presunto militante de ETA Iñaki Domínguez Atxalandabaso ‘Txomin’ para ser juzgado en la Audiencia Nacional por instruir en Venezuela a la guerrilla colombiana. Fue detenido el pasado 16 de junio a bordo de un tren procedente de Italia en posesión de abundante material electrónico con el que se pueden confeccionar sistemas de activación para decenas de bombas.
El Tribunal de Apelación de París aceptó la euro-orden emitida el 3 de marzo de 2010 por el juez Eloy Velasco bajo el cargo de tenencia de explosivos en colaboración con banda armada terrorista. En un auto emitido el 24 de febrero de ese año, el magistrado acusa a Domínguez (Gernika, 1975) de ser uno de los enlaces entre ETA y las FARC para realizar cursos conjuntos en la selva venezolana y preparar atentados en Madrid contra autoridades colombianas, entre ellas los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.
En concreto, le imputa haber impartido un curso teórico-práctico de unos 20 días durante agosto de 2007 a trece miembros de las FARC y a siete del Frente de Liberación Bolivariana (FLB) en una finca cercana a Guadalito en el estado de Apure. La instrucción, que fue repetida a continuación al bloque Caribe de las FARC, versó sobre el explosivo C4, los artefactos activados por movimiento y el uso de teléfonos móviles como mecanismo iniciador de las cargas detonantes.
Los jueces franceses han concedido la demanda tras cerciorarse de que los hechos son competencia de la Audiencia Nacional pese a haber tenido lugar en el extranjero ya que el acusado es de ciudadanía española.
En la vista del caso, celebrada la semana pasada, Domínguez cantó el ‘Eusko gudariak’ puño en alto tras interrumpir la presidenta de la corte su lectura de un texto. «La larga, dura y hermosa resistencia revolucionaria vasca ha hecho comprender a los representantes de la comunidad internacional lo que la mayoría del pueblo vasco tenía claro: que las opresiones nacionales se superan únicamente con justicia y aplicación de los derechos universales», le dio tiempo a leer.
EL CORREO, 17/11/11