EL MUNDO 01/03/14
· Su grupo se siente humillado y cree que la juez les «confundía» con los verificadores
El cuestionamiento del papel que desempeñan los autodenominados mediadores para la paz vasca también es judicial. Si el pasado domingo tres miembros de la Comisión Internacional de Verificación acudieron a la Audiencia Nacional para aclarar su contacto filmado con miembros de ETA, ayer, en la víspera de un nuevo encuentro sobre el «proceso» que tendrá lugar en Bayona (Francia), la Policía francesa interrogó por orden judicial al creador de todo este entramado, el asesor de la izquierda abertzale Brian Currin. La juez quería saber de los contactos que haya tenido «de una forma u otra» con ETA.
El abogado sudafricano y otros cuatro integrantes del Grupo Internacional de Contacto –el primero de todo el dominó de comisiones internacionales, creado en noviembre de 2010 para contribuir a la «normalización política» de Euskadi– fueron citados en la comisaría de esta localidad del País Vasco francés en virtud de dos comisiones rogatorias de Laurence Le Vert, juez de la sección antiterrorista del Tribunal Superior de París y pieza clave de la contribución de este país a la derrota de ETA. El episodio se produce después de que los verificadores dijeran ante el juez Ismael Moreno que el lugar donde un miembro de ETA los grabó en vídeo junto a dos encapuchados era un piso de Toulouse.
El interrogatorio fue «completamente ridículo» según el profesor suizo Pierre Hazan. «Muy banal», en palabras del profesor de Tel Aviv Alberto Spektorowski. Su impresión es que, a tenor de las preguntas remitidas por la juez, parecía que ésta les «confundía» con Ram Manikkalingam y su grupo. No parecía conocer «las funciones» de unos y otros. «Como si estuviéramos todos metidos en la misma historia, y no es exactamente así», dijo Spektorowski en Radio Euskadi.
Sobre si se habían reunido con ETA, Hazan aseguró ante la prensa que no. Otro de sus colaboradores, Raymond Kendall, ex secretario general de la Interpol, señaló indignado que la citación le resultaba «humillante». ¿Seguirán con su trabajo pese a que los gobiernos español y francés no los reconocen y pese a que la Justicia les haya reclamado información? Parece haber «un ambiente de querer bloquear» su labor. «Si hay una ley que lo impide, lo dejaremos de hacer. Dentro del marco de la ley hacemos lo que podemos», respondió Spektorowski, que se había reunido con el lehendakari Iñigo Urkullu y que asumió que el ínfimo anuncio de ETA a través de los verificadores ha sido «una situación no del todo propicia que da mucho para pensar».
Los miembros de este colectivo –menos, al parecer, la baronesa norirlandesa Nuala O’Loan– se encontraban desde el jueves en Euskadi. Allí recibieron la citación para las 17.00 horas en Bayona. A las 20.00 habían declarado tres: Hazan, el primero, y Kendall y Currin, que no quisieron hacer declaraciones. Alberto Spektorowski y Silvia Casale salieron ya por la noche, en una declaración que se alargó por problemas informáticos. Todos ellos participan hoy en Bayona en otro Foro por la Paz para hacer un seguimiento de las recomendaciones que hace un año emitió el Foro Social impulsado por Lokarri. Esta vez no hubo apoyos explícitos del lehendakari ni del PSE, que no se reúne con Currin por su defensa de los intereses de Sortu.