Isabel San Sebastián-ABC
- Franco murió hace 46 años y la Transición fue un éxito rotundo. El peligro para España hoy se llama Pedro Sánchez
Asu chistera se le acaban los conejos. No hay fantasma del pasado capaz de sacar a Sánchez del pozo en el que se hunde. La ciudadanía está harta de mentiras y ha perdido el miedo a expresar su indignación en las calles. Empieza la cuenta atrás para un Gobierno de ineptos que llegó al poder con engaños y ha empeorado todo aquello que prometió solucionar.
El doctor fraude desembarcó en La Moncloa en 2018 sin pasar por las urnas, a lomos de una moción de censura basada en una condena al PP por financiación ilegal. Llegó proclamando la abolición de la corrupción, anunciando la convocatoria inmediata de elecciones y jurando que jamás se encamaría con el partido de Iglesias ni mucho menos con Bildu. Tardó casi un año en llamarnos a votar, no logró una mayoría clara, por más que derrochó en sus ‘viernes electorales’, y acabó apoyándose en los separatistas y metiendo en el Ejecutivo a Podemos, actualmente inmerso en varias investigaciones judiciales que apestan precisamente al delito por el que cayó Rajoy, con el agravante de que en este caso el dinero sucio procede (presuntamente) del régimen chavista, íntimamente vinculado al narcotráfico y al expolio de un país cuyos habitantes pasaban y siguen pasando hambre mientras los gobernantes entregaban (presuntamente) y no sabemos si siguen entregando maletines repletos de billetes a la ‘alegre pandilla’ integrada por Monedero, Bescansa y compañía. Esta corrupción no ofende el delicado olfato de Sánchez. Tampoco la sentencia firme que pesa sobre el portavoz parlamentario de su socio, Echenique, por difamar la memoria de un hombre asesinado a quien tildó falsamente de violador con el fin de justificar el crimen y patrocinar la candidatura de la asesina. De esa corrupción no se habla en las filas socialistas ni tampoco en sus medios afines, aunque sí en la calle. Cada día más. Y la ciudadanía ya no traga.
El presidente que no iba a dejar a nadie atrás, el abanderado de ‘la gente’ tiene soliviantados a transportistas, agricultores, ganaderos, metalúrgicos, policías, guardias civiles, víctimas del terrorismo, autónomos, sector turístico, comerciantes y un largo etcétera de colectivos arruinados por su nefasta gestión. El precio de la luz se ha multiplicado por seis en lo que va de año y el gas sigue el mismo camino. El déficit está disparado, la deuda sobrepasa el 120 por cien del PIB, el paro juvenil se enquista, los hijos se convierten en un lujo inaccesible para muchas mujeres, lo cual agrava el desequilibrio insostenible del sistema de pensiones… y él sigue con la matraca de la ‘memoria democrática’. Franco murió hace 46 años y la Transición fue un éxito rotundo, se pongan como se pongan. El peligro para España hoy se llama Pedro Sánchez.