El Blog de Santiago González 27/11/12
Esto que ven aquí arriba es, como sostiene la agudísima columnista Rahola, la derrota de un hombre, pero el triunfo de la idea.
“Ha perdido votos el hombre, pero ha ganado votos la idea. Artur Mas pidió una mayoría excepcional para poder navegar por las aguas turbulentas del derecho a decidir, y el pueblo, ese pueblo al que apeló reiteradamente, se lo ha dado. Pero no en su sola persona, a pesar de ser el ganador inequívoco de las elecciones. Y esta es quizá la primera conclusión relevante de la larga noche electoral: le han dicho sí a Mas, pero acompañado de Junqueras.”
Hagamos unas sencillas cuentas, Pilar: CiU y ERC tenían 72 escaños en la legislatura que Mas abortó. Ahora suman 71. Ah, que usted dice votos, no escaños. En 2010, CiU obtuvo 38,43% y ERC 7%. Total, 45,43%. En las elecciones del domingo, CiU, 30,68%; ERC, 13,68%. Total, 44,36%.
No suma usted los votos de los independentistas minoritarios. Con los votos de SI en 2010 sumaban el 48,72%. Con los de CUP en 2012, se quedan en 47,84. Excuso decirle que el independentismo de López Tena y Laporta era sumable al de su Rey Artur; el de CUP, no. Son antisistema. Trate de ir a una de sus asambleas y léales uno de sus artículos sobre Israel, verá qué risa.
Bien. Admita que la idea tampoco ha ganado en votos. Ni en escaños. Pero supongamos que su fantasía aritmética se correspondiera con la realidad. ha perdido el hombre; ha ganado la idea. A juzgar por las caras de los dos tipos que aparecen en la foto, bien se ve que Convergencia i Unió son una coalición estrictamente humanista. Siempre les importaron más los hombres que las ideas.
El gesto compungido de los dos retratados es la prueba de la gran complejidad dialéctica de la expresión gramsciana que hoy nos sirve de titular. Lluís Bassets ajusta hoy sutilmente las cuentas a la panegirista de Mas con esta pieza, también muy dialéctica, muy contradictoria: ‘El rey destronado’ y justo en la primera frase niega el título: “No era el rey Arturo”.
Después de los resultados hay que mirar esta foto y leer la crónica épica de Jordi Barbeta, dando cuenta del donaire con que el Rey Arturo se lleva su propia maleta personalmente en persona, si perdonan el pleonasmo.
Pilar Rahola debería considerar un hallazgo infantil aprovechar una mera coincidencia onomástica para bautizar como Rey Arturo a un señor con aspecto de minorista de paños de Terrassa. Sería como llamar José Antonio Primo de Rivera al calvito que hace pucheros a su lado, con una salvedad: es probable que el fundador de la Falange inspirase a los padres de Durán, y no lo es tanto que los de Artur Mas pensaran en el hijo de Pendragon a la hora de cristianarlo.
Algunos pensamos que iba a ser muy difícil que el parvenu les quitara la merienda a los acrisolados independentistas de ERC desde aquella manifestación que Arturo convocó sin ir. Más bien lo que ha pasado, por no arruinar del todo su disparate analógico es que la noche del 25, su Rey Arturo descubrió, ay dolor, que a su amada Ginebra, la idea, se la estaba beneficiando Lancelot Junqueras. Y eso duele, véase la foto.