EL PAÍS, 22/9/11
La nueva cárcel alavesa solo acogerá por ahora a los reclusos de Nanclares
El Gobierno central insiste en que no tratará como un colectivo a los presos de ETA, que sigue sin anunciar su final definitivo. La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, aprovechó ayer la inauguración de la nueva cárcel de Álava, en Zaballa, para responder a los firmantes del Acuerdo de Gernika, que intentan que el colectivo de presos de la banda firme la declaración que pidió a ETA un cese definitivo, así como cambios al Ejecutivo en varias cuestiones, entre ellas la política penitenciaria.
«No hay ningún colectivo de presos; hay personas que han cometido delitos», afirmó Gallizo, antes de recalcar que no reconocerán como interlocutor a representantes de presos que compartan algún rasgo ideológico, ni con los etarras, «ni con los presos yihadistas ni los Latin Kings». Ante la petición de la izquierda abertzale de poder mantener una reunión con los portavoces del colectivo (EPPK, por sus siglas en euskera), enfatizó que no pondrán ninguna facilidad, aunque recordó que los reclusos, de forma individual, tienen derecho a recibir visitas de amigos y familiares.
El único traslado previsto de presos de ETA al nuevo centro penitenciario es el de la treintena de reclusos ya instalados en el antiguo centro de Nanclares de Oca, que ya se han desmarcado de la banda. No quiso aclarar si otros que sigan el camino de la reinserción de forma individual tendrán derecho a ser llevados al nuevo centro, que cuenta con 720 celdas, pensadas para dos personas cada una. La inversión total asciende a 116 millones de euros. El traslado de los reos de Nanclares está previsto para antes de fin de año.
Gallizo precisó que parte de la antigua cárcel seguirá funcionando de forma transitoria para los presos en régimen abierto, mientras no se construya el nuevo centro de inserción social que Instituciones Penitenciarias quiere levantar en Vitoria. Ante el rechazo de su alcalde, Javier Maroto, Gallizo argumentó que nunca se ha producido ningún conflicto de ningún tipo en el entorno de este tipo de centros. «Es absurdo que todavía existan prejuicios de este tipo», recalcó.
El grupo del PNV en el Parlamento se negó a acudir al acto de inauguración por la forma en que el Ejecutivo central ha gestionado la construcción de la prisión, pero pidió que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara realice una visita institucional al centro.
EL PAÍS, 22/9/11