Martín Garitano (Bildu) será elegido diputado general de Guipúzcoa el próximo jueves en la sesión de las Juntas Generales de este territorio, aprovechándose de que PNV y PSE-EE están enfrentados entre sí y votarán a sus respectivos candidatos, Markel Olano y Rafaela Romero, según se pudo constatar ayer.
Así, la coalición abertzale se asegurará el poder en las tres principales instituciones de Guipúzcoa, donde el 22-M ganó con holgura, después de conseguir el mando en el Ayuntamiento de San Sebastián y en la Cámara foral. El pleno de investidura fue convocado ayer tras pasar el trámite de la Mesa de las Juntas y de la Junta de Portavoces.
Garitano (Bergara, 1963) ha liderado las negociaciones de Bildu con el resto de los partidos en Guipúzcoa, a excepción del PP, que se autoexcluyó de la ronda de conversaciones.
Los socialistas mantienen su apuesta por Romero, sustituta de Miguel Buen tras su ascenso a la viceconsejería de Interior, con el propósito de «abrir un nuevo tiempo político para acabar con la intensa nube gris que hace tantos años cubre Guipúzcoa», indicó la candidata. Además, se comprometió a que esa fuerza, «fuerza de mujer», la pondrá «al servicio del proyecto de paz, progreso y justicia social que ahora anhela la mayoría de la sociedad guipuzcoana». Romero reconoció que afrontará «cada desafío y cada problema con decisión y serenidad».
El PNV hizo lo propio con Olano, su cabeza de lista y actual diputado general en funciones. Los nacionalistas y Bildu mantuvieron el martes su tercera reunión sin acuerdo alguno. El partido de Joseba Egibar ha dado ya por imposible la reelección de su candidato y asumido que deberán ejercer el papel de principal fuerza de la oposición durante la presente legislatura. No obstante, los peneuvistas no quieren dejar pasar la oportunidad de fijar su posición y un discurso propio durante el pleno de investidura del próximo jueves.
La incógnita que aún está por despejar es si Aralar, que sólo tiene un representante en las Juntas, aceptará la oferta formal que los soberanistas le plantearán para formar parte del gobierno foral si Garitano logra finalmente presidir la Diputación. En los tanteos que se han dado entre ambas formaciones, Aralar no descarta asumir una cartera foral.
Mientras, el Ayuntamiento donostiarra, en manos de Bildu, ya ha confeccionado el equipo de gobierno, que está integrado por los ocho ediles y dos delegados que no resultaron electos. El nuevo gobierno local está compuesto por 10 delegaciones, cinco menos que en el anterior mandato, cuando gobernaba el tripartito PSE-Aralar-Alternatiba. El regidor, Juan Carlos Izagirre, Izagirre hizo alarde de que todos los miembros de su equipo son euskaldunes, por lo que podrán atender a la ciudadanía «íntegramente en euskera». Salvo dos militantes de EA y uno de Alternatiba, el resto de los componentes son independientes. El ejecutivo no será paritario, puesto que seis son hombres y cuatro mujeres.
Josu Ruiz, de EA, será el primer teniente de alcalde y responsable de Deportes y Desarrollo Económico. Jon Albizu, de Alternatiba, asumirá Bienestar Social, Cooperación y Movilidad, mientras que Nora Galparsoso, se hará cargo de Infraestructuras y Servicios Urbanos. Ricardo Burutarán (EA) es el delegado de Urbanismo; Nekane Burutarán la de Recursos Humanos y Protección Civil; Naiara Sampedro la de Igualdad, Migración y Juventud, y Axier Jaka el de Información, Participación y Medio Ambiente.
Los dos delegados que no son ediles son Nerea Txapartegi, profesora de ikastola, que dirigirá Cultura y Euskera, y Jabi Vitoria, empleado de banca, que tomará el área de Hacienda. El alcalde explicó que él asumirá la responsabilidad de Derechos Humanos y Memoria Histórica.
EL PAÍS, 18/6/2011