EL PAÍS, 24/12/11
El PNV respalda las cuentas entre críticas a la «torpeza y deslealtad» de Bildu
El acuerdo presupuestario entre Bildu y el PNV en Gipuzkoa estuvo ayer a punto de saltar por completo por los aires a última hora, durante el pleno de las Juntas Generales que debatía las cuentas de este territorio para 2012. El PNV tuvo tentaciones de romper el pacto y, consiguientemente, de «tumbar» los presupuestos forales. Este grupo, según su portavoz, Markel Olano, se sintió profundamente ofendido por el discurso «integrista y radical» que empleó el diputado general, Martin Garitano, a quien acusó de adoptar una actitud «torpe y desleal» con el partido que, a la postre, tenía que facilitarle la renovación de las cuentas. Sin embargo, en un ejercicio de «responsabilidad política», se justificó Olano, los peneuvistas mantuvieron su palabra de abstenerse en la votación y, de este modo, posibilitaron la aprobación de los primeros presupuestos elaborados por la coalición abertzale.
La intervención de Garitano que abrió la sesión plenaria, hecha a petición propia, estuvo salpicada de críticas a la herencia dejada por el anterior Gobierno foral (PNV y Hamaikabat). El tono displicente que empleó para referirse a las aportaciones del PNV a los presupuestos de Gipuzkoa provocó el «enfado» de Olano y su grupo, que estuvieron en un tris de frustrar la entente económica con Bildu.
Garitano aprovechó la ocasión para sacar pecho por la capacidad de Bildu para llegar a acuerdos con el resto de formaciones y la «transformación social y política» que su Ejecutivo está consiguiendo en esta provincia. Acto seguido, en alusión a los dos puntos que sustentan el acuerdo Bildu-PNV, advirtió de que los ocho millones incluidos en el presupuesto por iniciativa del PNV no van a servir para «salir de la crisis». También afirmó que construir la incineradora equivale a «quemar dinero», por lo que apostó por fórmulas como la «biometanización» para resolver el tratamiento de los residuos.
Garitano volvió a atacar a su socio presupuestario recordando la delicada situación que dejó Olano las arcas forales. No es la primera vez que el mandatario foral desliza en sus comparecencias públicas reproches a la gestión de su antecesor, a quien ha culpado de esquilmar los recursos de la Diputación por agotar los ahorros y abusar del endeudamiento.
La réplica de Olano se quedó en un amago. «Teníamos un caramelo, que era tumbar los presupuestos, lo que suponía una puntilla para toda la legislatura, pero nosotros no entendemos así la política», dijo en un receso a los periodistas. Y añadió que Garitano rescató «los aspectos más integristas y radicales del discurso de Bildu». Pese a todo, el PNV cumplió su palabra con el Gobierno foral y permitió con su abstención la aprobación de unos presupuestos que ascienden a 679,5 millones de euros. Aralar también se abstuvo, mientras que los socialistas y el PP fueron los únicos que votaron en contra.
Olano no pasó por alto la polémica generada sobre la desigual interpretación del asunto de la incineradora que hacen los firmantes del acuerdo. Sacó a colación la carta de 40 alcaldes de Bildu mostrándose partidarios de implantar el sistema de recogida de basura puerta a puerta, y recordó a Garitano que esa decisión corresponde a los plenos municipales y no a los regidores de esas localidades: «Si nos atenemos a la representación política de los Ayuntamientos, más del 60% no tendrá el puerta a puerta«. De ahí que pidió a Garitano que no caiga en el error de gestionar los residuos sobre «una ficción» y se atenga «a la realidad».
El portavoz del principal grupo de la oposición quiso destacar que su partido ha mantenido, tanto en la negociación como en el debate parlamentario, un comportamiento «más responsable» que la propia Diputación, aunque lanzó un aviso a futuro: «Así, los acuerdos con Bildu van a ser más difíciles». Pero para entonces, Bildu ya había conseguido superar el momento crítico de las cuentas forales para el año entrante.
Fuera del hemiciclo, el diputado general discrepó de la visión ofrecida por el PNV porque había sido «absolutamente respetuoso» con el resto de partidos y agradecido por el «grado de responsabilidad» para lograr acuerdos. La portavoz del PSE, Rafaela Romero, lamentó el tono «humillante» de Garitano con los peneuvistas.
EL PAÍS, 24/12/11