EL MUNDO 04/07/13
La Diputación guipuzcoana no alude a ETA ni a sus víctimas porque «mira al futuro»
El Plan de Convivencia elaborado por la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por Bildu, está supuestamente elaborado en colaboración con «agentes y expertos en el tema» pero se limita a ser una mera recopilación de los postulados de la izquierda abertzale para superar lo que denominan el «conflicto político vasco». Su propuesta se basa en aplicar la «Justicia transicional» con «la amnistía y el indulto» de los miembros de ETA como objetivo.
En el documento no hay ninguna alusión a ETA ni mención específica a las víctimas de la banda. Fiel al ideario batasuno, se limita a reconocer a todas las víctimas de la violencia e, incluso, apuesta por no hacer «distinciones ni clasificaciones ofensivas de las mismas». El diputado general, Martín Garitano, defiende que se atienda a las víctimas sin «categorizarlas» porque, sostiene, se debe mirar «al futuro y no al pasado».
El plan, redactado con el tradicional lenguaje abertzale confuso para tratar de tergiversar lo ocurrido en Euskadi en el último medio siglo, reclama beneficios para los presos de ETA (sin contraprestaciones) a partir de la aplicación de una «Justicia transicional». Sostiene que «no es un tipo especial de justicia», sino «una forma de emprender la justicia en un tiempo de transición, durante el paso de una situación de conflicto a un tiempo de paz», una vez finalizada la actividad armada de ETA.
Por otra parte, «las indemnizaciones, los reconocimientos morales y los homenajes pertenecen al área de los mecanismos resultantes de acuerdos políticos y sociales».
La puesta de largo del denominado Plan de derechos humanos, recuperación de la memoria y convivencia de Guipúzcoa se produce tan sólo dos días después de que el lehendakari Urkullu, diera a conocer su propuesta. Bildu replica así el proyecto del PNV, que considera corto a pesar de que apuesta por un plan propio para los presos de ETA sin tener competencias penitenciarias.
Ambos planes comparten la necesidad de crear una base de datos de víctimas para que queden reflejados «todos los casos de conculcaciones de derechos humanos y del sufrimiento generado en torno al conflicto», que iría «desde la guerra hasta nuestros días». La propuesta de Garitano también plantea crear el Instituto de Derechos Humanos.
Y mientras, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se quejó ayer por la falta de respuesta del Gobierno a sus planteamientos en materia de pacificación. Contrariado, protestó porque el presidente Mariano Rajoy le tiene «en ascuas», ya que «va pasando el tiempo» y no encuentra respuesta a sus propuestas para avanzar en la convivencia en Euskadi y en la flexibilización de la política que se aplica a los presos de ETA con el objetivo de posibilitar la reinserción.